A río revuelto, ganancia de pescadores
Debido a la situación pandémica que sufrimos, el número de falsos facultativos per cápita en general ha aumentado de manera significativa; en España todavía hay más "licenciaos" de lo normal que en el resto del mundo.
La disyuntiva entre las pruebas de antígenos que se venden en las farmacias y los que se hacen en los centros sanitarios autorizados crean dudas entre la población si estos no coinciden. Es ahí donde los falsos facultativos imponen su criterio, rememorando lo estudiado en sus falsas licenciaturas, para inclinarse en favor de la prueba personalizada hecha en casa. Es más de fiar, porque, además, la hemos pagado de nuestro bolsillo en el momento de la compra; aunque nos quede la duda de que, por detrás, haya alguna descarada manipulación supina.
Tanto las empresas farmacéuticas como las que se dedican a la fabricación de este tipo de materiales milagrosos pueden estar económicamente agradecidas tanto a la inevitable pandemia como a la de los falsos licenciados con titulaciones obtenidas en la universidad de la ignorancia.
"A río revuelto, ganancia de pescadores"; pero también de ignorantes y aves de rapiña.
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