MUSOC y memoria
Muestra de Cine Social y Derechos Humanos en La Felguera y Sama
El jueves la película kosovar "Hive", que significa colmena, en La Felguera, antiguo cine Maripeña municipalizado por el Ayuntamiento; el viernes, en el antiguo cine Felgueroso, también municipalizado en Sama, la peli "Horacio, el último alcalde", y con coloquio a distancia con la directora María Rodríguez y con la nieta Adelaida del último alcalde republicano de Sevilla.
Ya había sido presentada en Xixón, con la presencia de la nieta del alcalde asesinado.
Pero en Sama también participaban dos de las familiares de la fosa de Tiraña, pudiendo compartirse emociones, trayectorias, recuerdos y situaciones derivadas de los crímenes del franquismo contra sus familiares, lo mismo que la película kosovar testimonia la situación social y familiar de las viudas de desaparecidos en la reciente guerra balcánica.
Horacio Hermoso, de 94 años, evoca la figura de su padre, el último alcalde republicano de Sevilla: una persona profundamente humanista que desde la responsabilidad política trató de paliar el atraso secular que vivía el país. Tras el golpe de Estado de 1936, fue fusilado en las tapias del cementerio de Sevilla y su cuerpo arrojado a una fosa común.
Ochenta y cuatro años más tarde se inicia la exhumación de esta fosa y su recuerdo resucita de la mano de su hijo Horacio, el guardián de su memoria.
Desde la Asociación de Familiares de la Fosa de Tiraña recordaron cómo se editó el libro de la hija de uno de los asesinados, "Mi infancia en el franquismo", y cómo en el aniversario 80 se pudo elaborar y escenificar la obra "Tiraña en la memoria" por parte de "La Caracola".
En el mismo contexto represor del golpe de Estado franquista, ¿qué es lo que lleva a los extremos de violencia, venganza y bestialismo de los militares y falangistas sublevados?
En el caso de Sevilla, con tan rápido triunfo de los golpistas, ¿qué llevó a personajes tan crueles como Queipo de Llano y demás representantes y defensores de la oligarquía a asesinar a todos los alcaldes republicanos, y en particular al azañista Horacio Hermoso, con tan pocos meses de alcalde de Sevilla?
¿Tal vez el no haber permitido el boicot a la Semana Santa propiciada por los señoritos, y haber llenado sus palcos con los niños pobres de los hospicios?
En el caso de las cuencas mineras, podría decirse que otra situación fue peculiar, con una revolución reciente como la del 34, y con varios meses de resistencia popular al golpe de Estado militar.
Sin embargo, ¿a qué respondía esa represión brutal en el año 38, como en el caso concreto de la aldea de Tiraña en la Laviana rural?
Los silencios, forzados, de tantísimos años de dictadura y de tener que soportar cotidianamente a los verdugos por las calles de Sevilla o de Tiraña son dolores comunes a las familias sevillanas o las asturianas.
La memoria, preservada en el seno familiar, pese al dolor constante y a la continuidad de los crímenes en sus hechores y en las políticas triunfantes de la dictadura, coincide asimismo en ambas experiencias.
Y ahora, convergen de nuevo en el documental exhibido en Sama y en el de "Tiraña en la memoria" para que las nuevas juventudes puedan contagiarse de memoria y dignidad, confronten al negacionismo franquista resurgente, y puedan propiciar que nunca más haya fascismo en nuestro país.
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