Aferrado al sillón
Estimado señor presidente:
Como socia que soy desde hace varios años de la Asociación de Vecinos "Por un Cenera mejor", la cual usted preside, pongo en su conocimiento que, según la Ley Orgánica 1/2002 de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, "la asamblea general es el órgano supremo de gobierno de la asociación, integrado por los asociados, que adopta sus acuerdos por el principio mayoritario o de democracia interna y deberá reunirse, al menos, una vez al año" (capítulo 3, artículo 11 de la Ley Orgánica 1/2002 de 22 de marzo).
La junta directiva de la Asociación de Vecinos "Por un Cenera Mejor" no cumple con este requisito legal, y por tanto no convoca la asamblea de socios desde hace tiempo, no sabiendo así los/as asociados/as los temas que se deberían tratar en la misma como son, por ejemplo, la aprobación de las cuentas anuales, la aprobación del presupuesto del ejercicio actual, el plan de actividades anual, la actualización de los miembros de la junta directiva, la actualización de los miembros de la asociación, etcétera.
Señor presidente, ¿sabe usted que, atendiendo a los estatutos de nuestra asociación, debe usted convocar elecciones periódicamente para renovar los cargos de la junta directiva? ¿Cuántos años llevan usted y su junta directiva sin hacerlo? ¿No le parece que está usted faltando a su deber como presidente, y a sus asociados/as?
Señor presidente, ser presidente de una asociación es mucho mas que representar a la asociación en cuantos actos, acciones o gestiones sean necesarias, mucho más que convocar, presidir y levantar las sesiones que celebren la asamblea general y la junta directiva, mucho más que dirigir las deliberaciones de una y de otra, mucho más que ordenar pagos y autorizar con su firma los documentos, actas y correspondencia, mucho más que adoptar cualquier medida urgente que la buena marcha de la asociación aconseje, resulte necesaria o conveniente para el desarrollo de sus actividades, sin perjuicio de dar cuenta posteriormente a la junta directiva. Al final, esto no son más que las funciones administrativas de todo presidente que se precie, pero hay un lado humano, vecinal, familiar que usted ya no tiene.
Rectifique y haga las cosas como se deben hacer, por el bien y buen nombre de Cenera, de sus vecinos y vecinas.
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