Falsificación de la Historia en España

En el nuevo proyecto del Ministerio de Educación que ha salido a la luz no solo se quiere modificar la enseñanza de la Historia de España en los estudios del Bachillerato moderno, sino que se pretende variar el mismo contenido de la Historia. Tiene en cuenta aquello de Cicerón: “Historia magistra vitae”, y, en consecuencia, quieren formar a los niños con la historia que ellos quisieran que hubiere sido. Por tanto, es tiempo de decir a esta izquierda que la tradición del pueblo es la realidad de la Historia y hay que respetarla.

En este plan, la Historia de España parece que comienza en el siglo XIX, y no es que este plan de estudios se inicie con este real decreto que propone el Ministerio, sino que ya se venía practicando. Hace algunos años que tuve una conversación con un profesor de Historia, de izquierdas, que daba clases en un instituto público y le pregunté cuál era la historia que exponía en clase, y me dijo: desde el siglo XIX en adelante. Hace poco tiempo, charlando con un chico que había terminado el Bachillerato, le hablé de algunos temas esenciales de la Historia de España y advertí que los desconocía, por lo que le pregunté qué historia había estudiado en el instituto. Y me dijo: del XIX para acá. Lo que sabía era: la excelencia de la Segunda República y el desastre de la época franquista. Con lo que vi claro la enseñanza de los profesores de izquierda. Por tanto, este real decreto no propone nada nuevo, solo lleva a la práctica oficial lo que estos profesores ya estaban haciendo.

Con lo que queda bien destacado que solo quieren enseñar lo que ha sido la historia de los partidos de izquierda, pues se reduce a describir el desastre de la situación de los inicios de la Edad Contemporánea y cómo la izquierda ha venido a encauzar la vida política de nuestra patria, sin atenerse a una exposición objetiva, sino a darse autobombo invirtiendo los hechos y atribuyéndose como triunfos el enorme fracaso que es nuestra historia contemporánea. No piensan en la crítica que merecen por los tortuosos caminos que han andado, conduciendo a España hacia su destrucción.

Pretende amputar el resto de la historia, aunque no es una novedad esa voluntad de limitar lo que ha sido España. Ya comenzó con la venida de los Borbones, que hicieron olvidar la brillante historia de los siglos anteriores, y afrancesar España. Todo intelectual tenía que ser afrancesado. Desde ese momento se empezó marginar la gloriosa Historia de España, y los españoles pasaron a ser émulos de la cultura francesa, y ya nunca se ha creído en el valor de lo español.

Y si se reflexiona sobre este tiempo se puede mostrar que los Borbones no han aportado nada a la sociedad española, más bien han sido causa de la decadencia de esta sociedad. ¿Qué hizo Carlos III, a quien tanto parece reconocérsele? Fue causa del retroceso de la enseñanza con la expulsión de los Jesuitas, que habían sido los promotores de la educación en tres niveles: enseñanza general, enseñanza de humanidades en sus colegios menores y estudios universitarios. Modelo de enseñanza que luego se ha seguido, cuando se fue estableciendo el tipo de enseñanza que hemos conocido. Carlos III paralizó la enseñanza en el siglo XVIII en España, y se tardó algún siglo en recuperar ese método, que ahora parece querer abandonar.

Pero no solo eso, sino que fue causa principal de la destrucción e independencia de la América española al pactar con los ingleses un 4% de impuestos para los productos que vendiesen en los territorios españoles de América, con lo que se desmanteló la naciente economía de aquellos países y se prepararon los movimientos independentistas. Así se facilitó la ruina de las tierras americanas, al causar el deterioro de la débil industria de América, pues se invadió aquella tierra con manufacturas inglesas.

Al mismo tiempo las logias masónicas introdujeron la ideología que les interesaba: dividir la gran unidad que había en los países hispanos dirigiendo desde sus logias la independencia y la proliferación de estados. Muy al contrario de como actuaron estas logias en las tierras de influencia inglesa, donde llegaron a unificar a trece colonias que estaban muy separadas, y para agrandarlas aún se posesionaron de gran número de territorios que habían sido españoles. Así construyeron la gran nación norteamericana.

Así que seguimos con el mismo método de destrucción de España, que se inició en el siglo XVIII, con la ocultación de la gloriosa época anterior. De aquel afrancesamiento se siguió la perdida de personalidad histórica de lo español. Ahora, al olvidar la historia, se pretende que no se conozca el carácter de lo que es ser español, y, al mismo tiempo, con gran facilidad, se está consiguiendo trocear España con las autonomías, que ya asoman su independencia, para que desaparezca España.