Debería hacerse una auditoría
Por opiniones que recibes de personas que han sido asistidas fuera de nuestra comunidad, parece que la situación de la sanidad pública es mucho más deficiente que la asturiana, lo cual te permite pensar que todavía no hemos bajado del todo el listón de nuestro sistema de salud, pero podemos hacerlo si no se toman medidas inmediatas.
Es indudable que la pandemia ha sometido a un estrés el sistema sanitario, empezando por los profesionales y terminando por los pacientes, en particular los mayores. La falta de consultas presenciales en atención primaria ha sido un retroceso importante para evaluar la evolución de los “achaques” propios de la edad.
A ello se han añadido unas listas de espera que ya estaban saturadas, en consultas de especialidades e intervenciones quirúrgicas, produciendo la sensación de caos y desorganización que al menos desde fuera se percibe. No cabe duda que el gran beneficiado han sido los seguros privados, que sirven en su mayoría para una primera consulta nada más, puesto que las intervenciones requieren de un desembolso económico que no toda la población puede asumir.
Pero esto hay que pararlo. No podemos seguir asistiendo a la guerra soterrada entre los profesionales y la Consejería que solo sirve para distraer la gravedad del problema y no resolver nada. Mientras unos dicen que no hay suficientes profesionales, otros que los buscan y no encuentran, la atención primaria y por elevación el resto del edificio sanitario se resquebraja.
La Sanidad pública es un pilar fundamental del Estado del bienestar que ha costado años y esfuerzo económico construirlo, un emblema de nuestra democracia. La posibilidad de que cualquier ciudadano/a pueda acceder a un sistema de salud con garantías al margen de su condición económica es tan importante como las libertades individuales.
En su momento se traspasaron las competencias a las CC AA dando como resultado un mapa desigual, puesto que unas dedican más presupuesto al sostenimiento público y otras derivan hacia la empresa privada sus recursos. ¡Esto es intolerable!
Debería revisarse este nivel competencial autonómico, siendo el Estado quien garantizase la igual asistencia independientemente de donde residas. Pero de no ser así, pues levantaría la caja de los truenos nacionalista/españolista, desde esa responsabilidad central debería hacerse una auditoría por CC AA para corregir los “estrangulamientos” que se están produciendo por falta de personal o de organización eficiente y fiscalizar el buen uso de los impuestos en favor exclusivamente del sistema público de salud. Hace mucha falta.
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