Ya era hora
Supongo que a estas fechas, la mayoría de pensionistas habrán recibido la carta de la Seguridad Social donde les detallan la pensión en 2022 en bruto y los descuentos de IRPF para sacar el neto a recibir por el banco.
En la columna de al lado aparecen también las cantidades de 2021 por el mismo concepto y haciendo una cuenta sencilla comprobarán que su pensión sube más de un 4%. O sea, nada del 2,5 tan denostado por el que acusan a los sindicatos de pactar a la baja el IPC, cuando lo que se hace es establecer una nueva fórmula que extrae el promedio del último año -de noviembre a noviembre-, más real que el del último mes, que se reducía por bajar el precio de la energía. Además, con la nueva fórmula no se descontará la inflación negativa.
A la hora de cuantificar la subida de las pensiones se olvidaban del 0,9% que nos adelantaron y el efecto acumulado del 1,6% que se ha traducido en una "paguilla". Pero no he leído ninguna rectificación de los predicadores de "grandes traiciones" corrigiendo sus cálculos sobre todo lo que se iba a perder con el acuerdo firmado por CC OO y UGT.
Porque una cosa es evidente, el acuerdo ha resultado ser de los mejores conseguidos en todos estos años, pues permite corregir "la congelación del 0,25" y para las futuras pensiones suprimir el factor de sostenibilidad que las recortaba en función de la esperanza de vida. Pero otro elemento trascendental ha sido buscar nuevas fuentes de financiación a través de los Presupuestos Generales, abandonando los préstamos.
Existen otras mejoras sobre pensión de viudedad en parejas de hecho, cotización de becarios, etcétera. Algunas quejas sobre jubilaciones anticipadas y sus coeficientes correctores que deberán estudiarse para evitar el daño en la pensión a los que son expulsados del trabajo a partir de los 55 años.
Pero hay un compromiso muy importante: subir las pensiones mínimas. Lo venimos pidiendo desde hace años y los avances han sido escasos. Ahora existe el empeño de seguir negociando para aumentarlas y para ello debemos presionar y estar vigilantes, pero sin vender la piel del oso antes de cazarlo como hacen algunos y diferenciando unas pensiones de otras. Lo siento, pero por mucho que determinados sectores quieran avinagrar la vida de los pensionistas este acuerdo marca un antes y un después para las jubilados/as de hoy y mañana. Ya era hora.
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