La Escuela de Minas de Oviedo
He leído un comentario de Ángel Arias sobre el pretendido traslado de la Escuela de Minas de Oviedo a Mieres. No puedo estar más de acuerdo con sus argumentos oponiéndose al traslado por lo que esto supondrá de pérdida del prestigio que la Escuela mantiene aún en el mundo universitario de las enseñanzas técnicas.
Fui testigo directo y en primera fila del esfuerzo que supuso para los responsables su puesta en marcha. La Escuela de Minas se autorizó por un decreto en julio de 1959, y en octubre de 1960 comenzó su andadura docente. En apenas quince meses se puso en marcha como un ejemplo de esfuerzo, tenacidad, sacrificio y saber hacer que iba a ser la norma para el acontecer diario en los sucesivos años de su existencia.
A lo largo de los 60 años de vida, tal y como comenta Ángel Arias, son más de 2.300 ingenieros que han contribuido al desarrollo regional y nacional, tanto en las labores propias de su profesión como en otros ámbitos del quehacer laboral. Así, han salido empresarios de prestigio internacional, presidentes de empresas tanto públicas como privadas, en el lenguaje de hoy CEO de importantes multinacionales, directores de centros de investigación de primer nivel internacional, catedráticos universitarios y un largo etcétera.
Con apenas ocho años de existencia, en 1968, y como reconocimiento a la labor educativa desplegada en la Escuela, la Unesco eligió la Escuela de Minas de Oviedo como centro piloto para el desarrollo de nuevos sistemas de enseñanza, con laboratorios y con instrumentos adecuados a la formación requerida, y que sirviera de referente a otras Escuelas de Ingeniería de España.
En el año 2002, con motivo de la fusión entre Aceralia, Arbed y Usinor, el consejero delegado de la nueva empresa, Arcelor, Guy Dollé, realizó una gira por las diferentes factorías de la sociedad. Al visitar la factoría asturiana, le fueron presentados los directivos, y, al llegar a uno de ellos y serle presentado como ingeniero de minas, el Sr. Dollé preguntó: “¿De la Escuela de Oviedo?”, y, ante la respuesta afirmativa del interesado, continuó: “Felicidades, un gran centro educativo”. ¡El señor consejero delegado de la mayor siderúrgica del mundo estaba al corriente de la excelente calidad de la enseñanza de la Escuela de Minas de Oviedo! Es posible que si hubiera contestado: “No, de Oviedo no, de Mieres”, el Sr. Guy Dollé no hubiera podido hacer el mismo comentario.
Al finalizar el año 2004, justo antes de la creación de ArcelorMittal, el comité de dirección de Arcelor de Asturias estaba constituido por cinco miembros, de los cuales cuatro eran ingenieros de minas y tres de ellos de la Escuela de Oviedo, y, por supuesto, no se trataba de una protección corporativa, ya que las multinacionales no suelen permitir esas actuaciones.
La extensa formación ofrecida en la Escuela de Minas ha permitido que de ella hayan salido importantes personalidades que han destacado en ámbitos diferentes al tecnológico. Así, de la Escuela de Minas de Oviedo han salido presidentes de Gobierno autonómicos, consejeros, secretarios de Estado, alcaldes, directores generales de consejerías de diferentes comunidades autónomas, presidentes de clubs de fútbol, periodistas y toda una extensa gama de profesiones a las que la exigente formación recibida les ha permitido acceder.
Esta es muy resumida la historia de la Escuela de Minas de Oviedo, la Escuela que ahora se pretende trasladar a Mieres, perdiendo todo el prestigio alcanzado, como lo reconoció la clasificación del ranking de Shanghái en el año 2018, declarándola como la mejor Escuela de España y, por tanto, entre las mejores del mundo. Es muy probable que la Escuela de Minas de Oviedo sea una de las instalaciones docentes más prestigiosas de la Universidad de Oviedo a pesar de su relativa juventud.
Es una lástima. Sesenta años de prestigio tirados por la borda por no se sabe muy bien qué motivos. Desde luego, no son motivos académicos. Los inspiradores de la idea deberán justificar muy claramente la decisión y serán responsables de otra pérdida de prestigio de nuestra región en el mundo científico y universitario.
Domingo Nevot Romera
Gijón
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