No es la huelga de todos
Quiero destacar el empeño que están poniendo UGT y CC OO en movilizar a todos los miembros del deteriorado engranaje económico que nos sustenta para que secundemos la huelga general. Como si de una campaña electoral se tratara, no han dudado en urdir actos multitudinarios, prodigarse en mítines y emitir vídeos a cada cual más polémico –a la par de irrespetuosos, sobre todo con los pequeños empresarios– para convencer al más escéptico de la necesidad de «ir a la huelga».
Y no conformes con movilizar a todos aquellos a los que albergan bajo el paraguas de su protección, que son los trabajadores asalariados, no han dudado en hacer llegar un manifiesto para seguir activamente la jornada de paro a los sectores que quedan más lejos de su influencia, como las organizaciones empresariales, los trabajadores extranjeros y los trabajadores autónomos. Pero además he de reconocer que estos sindicatos se han molestado mucho por conocer los principales problemas, derivados de la crisis en su mayor parte, a los que se enfrenta cada sector para utilizarlos como arma demagógica de persuasión.
En el caso de los trabajadores autónomos, el manifiesto hace referencia a la necesidad de secundar la huelga porque constituye «una medida de presión contra las políticas que recortan derechos, servicios y prestaciones sociales y en defensa de las reivindicaciones de los trabajadores por cuenta propia». Además defiende la exigencia de continuar desarrollando el Estatuto del Trabajo Autónomo y mejorando la protección social del colectivo. Y como guinda de este pastel de reivindicaciones de las que de repente veo que se hacen eco, el manifiesto destaca la necesidad de que las administraciones públicas garanticen el acceso al crédito de autónomos, empresas y familias.
Ante semejante texto, no me queda más remedio que admitir que «se lo han currado». Pero ya les adelanto a los sindicatos que aunque se acuerden ahora de los autónomos, no les garantiza que nos vayamos sumar a la potente maquinaria de presión contra el Gobierno que quieren fabricar por medio de la huelga general. Al contrario, como representante de las 24 asociaciones de autónomos de asturias a las que represento a través de nuestra Federación, anuncio que no apoyamos esta huelga.
Subtítulo: Los sindicatos «se lo han currado», pero los autónomos dicen no
Destacado: El momento de manifestarnos fue hace dos años, cuando, al comienzo de la crisis, el Gobierno puso en manos de las entidades bancarias líneas de crédito para los autónomos y éstas nunca llegaron
El momento de manifestarnos fue hace dos años, cuando, al comienzo de la crisis que ahora sufrimos todos, el Gobierno puso en manos de las entidades bancarias líneas de crédito para los autónomos y éstas nunca llegaron. Esta falta de acceso a la financiación provocó la destrucción de miles de puestos de trabajo, ya que muchos autónomos, ahogados por las deudas y la incapacidad para hacerles frente, no tuvieron más remedio que echar el cierre a sus negocios, perdiendo tanto su empleo como el del asalariado o asalariados que tuvieran contratados, en caso de que los tuvieran. Fue entonces cuando los sindicatos deberían habernos llamado a todos los ciudadanos a una huelga y estoy segura de que la gran mayoría habríamos salido a la calle a apoyarla.
Ahora no es el momento. Ésta época es la más desafortunada para que los autónomos secunden ninguna huelga general, porque tras dos años de dura lucha sin más respaldo que nuestro trabajo diario, por fin la situación comienza a mejorar. Aún queda mucho camino por recorrer para que el trabajador por cuenta propia pueda disfrutar de una situación «desahogada» y reconozco que la reforma laboral no es la mejor posible para los trabajadores, sean autónomos o asalariados; pero no menos perjudicial fue en su día la falta de crédito que describo en líneas anteriores.
Por estas razones no nos sumamos a la huelga general, por muchos Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo unidos que quieran tratar de convencernos. Aunque insisto, señores líderes sindicales: su campaña de persuasión –vídeos aparte– ha sido inmejorable. Mis felicitaciones por ella.
Rosa Suárez Álvarez,
presidenta de las Asociaciones Federadas de Autónomos de Asturias, AFAS.
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