Totalitarismo canadiense
Como diría Forges, "hemos llegado a tal grado de insulsez que los ministros que hasta hace poco se limitaban a decir tonterías ahora dicen gilipolleces".
Tiene que ver con el primer ministro Trudeau y su pretensión de sofocar la protesta no violenta de los camioneros que se niegan a ser vacunados (piden algo tan simple y libre de ideologías como libertad para trabajar, mantener a las familias y un respeto por los derechos básicos), congelando y bloqueando sus cuentas bancarias.
Tiene que ver con Chrystia Freeland, ministra de Finanzas, que ha comparecido junto a Trudeau para anunciar que los bancos canadienses ahora están facultados para "congelar o suspender cualquier cuenta sin una orden judicial y, como resultado, están protegidos de cualquier acción legal en su contra".
Tiene que ver con la profesora de Harvard, analista de CNN y ex subsecretaria de Seguridad Nacional de la Administración Obama Juliette Kayyem, quien ha pedido violencia y vandalismo contra los manifestantes de Freedom Convoy, en Canadá: "Cortar las llantas, vaciar los tanques de gasolina, arrestar a los conductores y mover los camiones".
Probablemente la señora Kayyem, desde su perspectiva de reputada analista, podría ser más explícita proporcionándonos más detalles sobre su brillante y "analítico" plan para mover las decenas de camiones que, sin llantas y sin gasolina, colapsan un puente.
Por cierto, aparte de no haber un solo incidente ni por parte de los camioneros, ni por parte de los policías, al final del bloqueo de Coutts, los manifestantes se alinearon para estrechar la mano de las fuerzas del orden (el mismo ritual que termina todos los partidos de hockey).
Lo de que son "racistas, misóginos, anticientíficos, extremistas y terroristas", como dijo Trudeau, parece muy lejos de ser real.
El coraje es contagioso y nos llevará adelante. Es lo que necesitamos para resistir a los traficantes del miedo.
Samuel Adams, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, va más allá: "No hace falta una mayoría para prevalecer... sino una minoría iracunda e incansable, ansiosa por prender fuego a la libertad en la mente de los hombres".
Saludos cordiales.
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