El carajal de Ucrania
Entrega 1
Una persona informada no estará atemorizada
Las TV nos están abrumando con sus tambores de guerra sobre la posibilidad de una guerra en Ucrania. Tal guerra, dado el armamento nuclear que poseen los países que en ella estarían implicados, sería una catástrofe humana. Ahora bien, según la “Teoría de las catástrofes” para que una ocurra debe haber unas circunstancias catastróficas simultáneas concatenadas, y la pregunta es si tales circunstancias son las actuales.
Evidentemente no se puede excluir que un suceso sea el detonante que provoque la conflagración. Un ejemplo de ello fue el incidente en el pasillo de Danzig entre un caza español y el avión que transportaba al ministro de AA EE ruso, señor Lavrov. El pasillo de Danzig, de soberanía rusa, es una franja que conecta el mar Báltico con territorio ruso.
El día 7 de agosto de 2018, un Eurofighter del Ejército del Aire español disparó un misil aire-aire contra el avión del ministro; el misil, de un peso superior a los 150 kilos, una longitud mayor de 3,5 metros, y una carga explosiva de más de 25 kilos, fue desviado por los dispositivos electrónicos instalados en la nave del ministro.
Las cuestiones son: ¿Qué hubiera ocurrido si el avión del ministro es derribado y este muere? ¿Cómo hubiera reaccionado Rusia? ¿Por qué el militar español disparó el misil?: ¿fue una acción personal, o tenía instrucciones para hacerlo, a sabiendas de que el avión del ministro no será derribado, y averiguar así qué tipo de protección contra misiles tienen los rusos?
Para informar mejor a los lectores, sobre todo a aquellos que tienen menos de 60 años, me remontaré al tiempo en que los Aliados (Inglaterra, Rusia, USA) derrotaron a las llamadas “Potencias del Eje” (Alemania, Italia, Japón, la Hungría del almirante Miklós Horthy, Rumanía, e incluso a la Francia de Vichy, así conocida por ser su capital esa ciudad balnearia). Es risible que un país como Hungría, mediterráneo, con todas sus fronteras terrestres, que no tiene más mar que el lago Balatón, fuera regido por alguien que se proclamaba almirante.
Si se analizan los regímenes derrotados por los aliados, son todos regímenes fascistas o militaristas, lo cual suele coincidir. Con el paso del tiempo se “blanquearon” a los países derrotados: Alemania pasó a ser un aliado de USA, por lo que se nos transmitía la impresión de que fue derrotada por asesinar a los judíos y no por fascista; Italia pasó de 30 años de fascismo mussoliniano a valladar contra el Partido Comunista Italiano; Japón después de la necesaria bomba sobre Hiroshima, y de la injustificable sobre Nagasaki, ordenada por el presidente Truman, con lo que cometió un “crimen de lesa humanidad”, pasó a ser un aliado de USA y su fábrica, hasta que fue en este punto desbancado por China.
Llegado a aquí, seguiré aquello que aprendí hace muchos años, lo de “viniendo a lo primero quién dijo el credo”. En este caso la pregunta es: ¿qué fue lo primero que hicieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial? La respuesta es: repartirse el mundo en zonas de influencias.
Para ello convocaron dos Conferencias: la de Yalta y la de Postdam.
La de Yalta duró desde el 4 al 11 de febrero de 1945. Aún faltaban más de tres meses para que la Alemania nazi se rindiera, pero el resultado de la contienda estaba cantado. Curiosamente Yalta es una ciudad de Crimea, de ese territorio cuya disputa nos puede llevar al abismo.
La Conferencia de Potsdam se celebró desde el 17 de julio al 2 de agosto de 1945. Ya había capitulado Alemania, por lo que se pudo celebrar en esa ciudad cercana a Berlín.
Entre la fecha de la Conferencia de Yalta y la de Potsdam había ocurrido algo que influyó en la política USA posterior, y fue la muerte del presidente de USA, Franklin Delano Roosevelt, el 12 de abril de 1945. Como consecuencia de su muerte fue proclamado presidente de los EE UU Harry S. Truman.
Como suele ser habitual en las elecciones a presidente de USA, el ticket suele estar formado por un candidato a presidente que lleva el programa de su partido sea este el del asno de los demócratas, o el del elefante de los republicanos, y un vicepresidente que representa al ala más alejada de las ideas del candidato a presidente.
En la Conferencia de Potsdam, en la que estaban representadas Inglaterra, Rusia y USA, decidieron qué hacer con Alemania, es decir cómo gobernarla; un orden de posguerra, se volvieron a repartir las zonas de influencia como en Yalta, y los posibles tratados de paz entre los países vencedores.
Truman, que no intervino en Yalta, ni en las conversaciones entre los “aliados” durante la guerra, llevó en esta ocasión la voz cantante.
En la próxima entrega se analizará cómo estos polvos dieron lugar a los lodos de la llamada “Guerra Fría”, que empezó el S de marzo de 1946.
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