Da pena, mucha pena
No sé por qué se está armando tanto revuelo con lo de las supuestas comisiones de las mascarillas. Supongo que por falta de noticias los medios le están prestando una atención extraordinaria a un problema de partido, a una lucha de poder, sin más, a un episodio que pasará a la historia con más pena que gloria, porque da pena, mucha pena, ver en lo que se ha convertido la política.
Por muchas preguntas que nos hagamos en torno al porqué y para qué de este esperpento, solo hay una respuesta y la ecuación es bien sencilla: el jefe quiere quitarse de en medio a un rival que le hace sombra, saca a la luz unos papeles sobre una presunta corrupción de tal rival, esta se defiende como puede y el jefe decide guardar los papeles, como si no hubiera pasado nada.
Y sí que ha pasado, claro que ha pasado. Ha pasado y les va a pasar factura, porque se han pasado de frenada.
Da pena, mucha pena, pero no es nada nuevo, es lo que hay y no hay más cera que la que arde, se mire como se mire.
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