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El mundo al revés

28 de Septiembre del 2010 - José Viñas García (Oviedo)

Es curiosísimo lo que está pasando con el entendimiento entre personas racionales, se usan las palabras y los calificativos sin argumento. Se critica por una cosa y la contraria, somos incapaces de interpretarnos y deducirnos, simplemente porque por el medio están intereses de egoísmos personales, y sobre todo lo menos entendible, intereses partidistas ideológicos, muchas veces filosóficos, que sólo entran en mente dispuesta a perder toda credibilidad sin inmutarse, sin sentirse coloradito para nada.

Tertulianos que presumen de titulaciones y doctorados, que discuten y plantean temas repetitivos, cansinos y cargados de la absoluta contradicción con la realidad. No escuchan, sólo largan sus proclamas ideológicas, sin razonar las opiniones de quienes critican o discuten.

Cuando los dos líderes de los sindicatos más representativos, dicen por activa y pasiva que convocan la huelga contra el gobierno y las medidas impopulares y regresivas que tomó en contra de los trabajadores nos encontramos con los mismos tertulianos de siempre, diciendo que no saben contra quienes van a la huelga y que sólo escucharon e interpretan por boca de los convocantes que la huelga va contra el PP y empresarios, sobre todo contra Esperanza Aguirre. Saben que es de locos, el mundo al revés. En algún párrafo de la Biblia, Dios castigó a los hombres a no entenderse, hablaban el mismo idioma y escuchaban no se qué, no eran capaces de distinguir el idioma de los demás. Así está ocurriendo en la actualidad, hay una diferencia abismal entre las cosas que ocurren y las que nos montamos mentalmente cada cual.

Lo normal es que estemos o no de acuerdo entre nosotros, sepamos el porqué cada cual tiene puntos contrarios de percibir la realidad, pero es otra cosa, revolvemos y amasamos disparates en nuestra mente, para dar simplemente la contraria, sin importarnos caer en la tremenda contradicción y responsabilidad ante lo que decimos y reflexionamos. Nos hacemos un escenario propio, de nuestra cosecha, siempre con la intención de dar la contraria porque sí.

Ante la huelga de mañana, está ocurriendo lo mismo que con cualquier tema, el PP y sus seguidores criticaban a los sindicatos por estar calladitos ante la crisis y el paro galopante, pedían a gritos que convocaran una huelga, todos intuíamos que para desgastar aún más al gobierno, por aquella los sindicatos veían que el gobierno mantenía las coberturas sociales y trataba de entenderse con ellos, manteniendo la mesa de diálogo y concertación, llegó después con las medidas regresivas del gobierno la hora de enfrentársele, de decirle que los más débiles no tienen porque pagar el desfalco de los poderosos. ¿Qué ocurre ahora, para que ustedes y el PP, cambien de parecer?

Está claro, por un lado lo que planteaba al principio, esa manera inaceptable de interpretar las cosas, de llevarlas al límite de lo absurdo. Por otro lado, que el PP, dándose cuenta que será quien gobierne las próximas elecciones quiere mantener todas esas medidas que critica, que tomó Zapatero, para no tener que tomarlas ellos cuando estén gobernando, temen que Zapatero se vuelva atrás en las medidas tomadas, si la huelga tiene éxito, saben que las tomó forzado y en el fondo del corazón del presidente estaría el no aplicarlas jamás.

Sobre los piquetes, tengo una opinión favorable, ya que muchos empresarios hacen piquetes también, a su modo, coaccionando a los trabajadores. Esos piquetes harán que muchos trabajadores por hacer uso de su derecho de huelga, no sean despedidos o multados en exceso. Es cierto que también está el derecho al trabajo, pero hasta que no esté resulta una Ley de Huelga, que recoja ambos y otros derechos, como los servicios mínimos, no podremos defender y salvaguardar ningún derecho, porque gobiernos, sindicatos y empresarios se saltarán a la torera una Ley que no existe.

Alguno dice: las huelgas de izquierdas son una catástrofe ¿conoce alguno, una huelga de los acomodados? Otro dice: que Mendez al no ser funcionario, interpreta que es empresa pública y no se aplica la bajada de sueldo, ¿Cuántas veces dijo que no es funcionario, pero que es empleado público? La diferencia entre funcionario y empleado público. En España un empleado público es aquel que accede al cargo por contrato, y un funcionario accede a la plaza por oposición o concurso-oposición (ambos son exámenes organizados por el Ministerio de Justicia, y basados en los criterios de igualdad, mérito y capacidad). Puede haber funcionarios de todos los niveles (desde auxiliares administrativos hasta Cuerpos Superiores). La diferencia sustancial es que los funcionarios se supone que tienen el puesto de trabajo de por vida, mientras que los empleados depende de la duración del contrato.

Amigos, espero que de aquí en adelante, nos cueste menos decir claramente nuestras intenciones, en cada opinión contradictoria.

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