¿Contra quién va esta huelga?
Siempre me han interesado los comentarios dejados por gente anónima en foros, ediciones digitales, o blogs. Son estas opiniones, las que me han llevado a redactar este humilde escrito.
Estas líneas pretenden estimular las mentes de quienes aún piensan que la huelga general va contra los empresarios y justifican la existencia de los piquetes como medio para salvaguardar los derechos de los trabajadores.
A éstos, decirles que así como se contempla el derecho a la huelga, también se contempla el derecho al trabajo y a la movilidad de viajeros, por lo que hechos como el corte de carreteras son un atentado contra la libertad individual y contra los derechos constitucionales.
Sobre el derecho a la huelga, decir que desde el año 1977 (fecha en que se regula el derecho por Decreto-Ley 17-1972) en que fuera aprobada por el entonces ministro Manuel Fraga, no ha sido modificado ningún punto, artículo, palabra o coma del mismo.
Me llama poderosamente la atención que la Ley que regula el derecho a la huelga, sirva tanto para los sindicatos verticales como para los sindicalistas actuales.
Finalmente, lo que me resulta más indignante es que siga calando la idea de que la huelga es contra los empresarios. Quienes así opinen, demuestran ser de una pobreza intelectual extrema.
El 90% del tejido empresarial de nuestra región lo componen los autónomos: la charcutera, el frutero, la pescadera, el carnicero. ¿Son esos los fascistas empresarios? ¿Son éstos los culpables de la pérdida de derechos de los obreros?.
Para el porcentaje restante, ya tenemos eruditos de la talla de Cándido Méndez y sus discursos trasnochados de principios del siglo pasado, que fueron redactados desde un lujoso restaurante donde degusta deliciosos manjares.
Por último, me gustaría que se reflexionase sobre quién es el verdadero culpable de habernos dejado sin trabajo, quién realmente ha permitido que no tengamos acceso a una vivienda digna o quién ha aprobado la última reforma laboral de los trabajadores, donde perdimos los pocos derechos que teníamos. Pero, por desgracia para algunos, los culpables son los mismos que les dan millonarias subvenciones y cuotas de poder en Ayuntamientos y Parlamentos.
Este es el sindicalismo del siglo XXI en España.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo