Antología del disparate recurrente
El cuento de nunca acabar empezó con la socialista Bibiana Aído, ministra con Zapatero, que dijo aquello de que “hay que trabajar sobre los hombres” y proporcionarles un teléfono para que “canalicen su agresividad”.
Luego vino otra socialista, Carmen Calvo (Cabra, 1957), a sentar cátedra como adalid del feminismo patrio, quien, empecinada en pasar a la historia, dijo aquello de “el sexo no debe poner a las mujeres en una posición subordinada, debe ser recíproco. Habrá que formar a los jóvenes en los valores de las mujeres”.
Mujeres aún más radicalizadas, a la izquierda de la izquierda, tomaron el testigo aprovechando el Ministerio de Igualdad.
Radicalismo feminista donde hemos admitido, sin cáñamo ni guillotina para las culpables libertarias, que mujeres cobrando de usted y de mí, con el dinero de todos, nos digan a la cara y por megafonía, como hizo Ahora Madrid, “somos putas, señoritas, bolleras, pescaderas... Seguimos siendo las brujas que no pudisteis quemar. Somos y seguiremos siendo libres”.
Otra componente de Ahora Madrid, Alba López Mendiola, se definía en su perfil de Twitter, ya cerrado, como “bollera, camionera, desviada, leñadora”, “feminazi” o “doctorada en el arte de quejarse” o “marxista-leninista”.
Anna Gabriel (CUP): “Soy una puta, traidora, amargada y mal follada”, o “si pudiera formar parte de un grupo que decide tener hijos en común y en colectivo, me satisfaría la idea”.
Aurelia Vera Rodríguez, profesora y concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario (Fuerteventura,) a niños de su clase: “A los niños hay que castrarlos al nacer”.
Irene Montero: “El amor romántico es opresor, patriarcal y tóxico. Me gustan las canciones machistas”.
Los que ya tenemos una edad nos preguntamos: ¿qué les pasa a estas mujeres mayoritariamente universitarias? No parece que las compañeras de nuestras vidas, madres, hermanas, hijas o esposas, estén tan piradas, ni tan condicionadas por la vida íntima de personas y animales. Confirmado, no lo están.
¿Se puede entender y permitir, máxime en tiempos de penuria y necesidad, que se tire alegremente el dinero de todos en campañas para eliminar el sexismo de las señales de tráfico o para salvar a las gallinas vírgenes de los gallos hipersexuales y maleducados?
Cuando piensas que estas iluminadas han tocado fondo, siempre hay alguna que establece nuevos niveles de miseria moral y gilipollez consumada, y entonces aparece una Loreto Arenillas cualquiera, diputada de Más Madrid y portavoz en la Comisión de Mujer, quien, además de soñar con que los hombres menstrúen, también quiere que tomemos la píldora.
-Ay, Dios, Tonín, verás cuando nos exijan las ligaduras de trompas.
-¿Las nuestras?
-No, hombre, las de Falopio.
-Ah, bueno... y ¿quién es el Falopio ese?
-El amigo de Bartolini, el de las glándulas.
-¡Jo, cuánto sabes, Pepón!
-Mucho, Tonín. Otro día te cuento lo del punto G.
Podemos ser consentidores y decir que son medio analfabetas, o absolutamente sinceros y decir que son analfabetas totales, dicho sea con todos los respetos, pero lo que evidencian es una sociedad enferma de enfermos, que no está medicada covenientemente y que requiere tratamiento psiquiátrico urgente. No recuerdo un año como este.
El problema lo tendremos cuando las necesidades económicas nos obliguen a racionalizar los fondos y no haya presupuesto para estas extravagancias extemporáneas e inútiles. A ver por dónde salen.
Saludos cordiales.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo