Que no nos pase nunca, que el mundo da muches vueltes
La postura, a mi entender pasota, que el mundo democrático y libre está adoptando frente a lo que la Rusia de Putin está haciendo en Ucrania es tan llamativa que hace a uno recordar eso ya tan manido que unos dicen que fue Bertolt Brecht y otros Martin Niemöller quien nos lo dejó dicho en su tiempo y que dice así:
"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, tampoco protesté, yo no era judío.
Cuando vinieron a por mí, ya no había nadie más que pudiera protestar."
No digo yo que todo el llamado "mundo libre debiera haberse plantado con tropas y armas en Ucrania a hacer frente a las tropas del sátrapa invasor, pero sí que en cuanto se dio a conocer la noticia de la invasión de las tropas rusas a un país libre y soberano como es el caso deberíamos al menos habernos sumado a las protestas de los pocos ucranianos desperdigados por España y otros países y protestar masivamente frente a lo que a todas luces es una falta de respeto al derecho internacional y a la soberanía de cada país libre.
Es una pena y una vergüenza. Si la Rusia que aquí se nos vendía como modélica cuando el yugo del dictador nos tenía maniatados es para lo que da, entonces uno ya no sabe qué pensar. ¿De qué le sirvió al pueblo ruso soportar setenta años de dictadura si resulta que ahora entregaron todo el poder a un fanático que, a mi entender, deja pequeño al mismísimo Adolf Hitler en sus ansias de poder y de implantar por sus santísimos cataplines el "ordeno y mando", no solo en su casa, sino en la del vecino?
¿Dónde están tantos progres de boquilla que pululan por ahí en todo Occidente y que ahora parece que miran para otro lado como si no estuviese pasando nada? ¿Haríamos lo mismo si los matones en lugar de Rusia y Putin fuesen otros y de otro color? Yo tengo mis dudas. Daba pena ver manifestarse a cuatro ucranianos/as aquí y allá, en petición de apoyo, mientras nosotros estamos en el jolgorio del Carnaval. ¡Pobre gente! Ojalá nunca tengamos que vernos en su misma situación y lamentarnos de no haber tenido hoy en cuenta eso tan noble de: "Hoy por ti, mañana por mí". Mi pobre madre, que en gloria esté, siempre en estos casos me decía, en su bable mierense: "¡Ay, fíu, piénsalo bien, que el mundo da muches vueltes!". ¡Razón tenía!
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