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El dominio humano

1 de Marzo del 2022 - José Luis Sancho Sánchez (Zaragoza)

Si alguien dice “mi país”, suena a relación entrañable, pero si dice “mi territorio”, da la impresión de dominio, es como si dijera en este territorio mando yo. ¿Desde cuándo tienen los seres humanos ese afán de dominio los unos sobre los otros? Remontándonos a los más antiguos anales registrados, nos encontramos con un tal Nemrod (Génesis 10:9), un hombre violento, un inquieto amador de la excitación, revolucionario y militarista. No quiso aceptar a Dios como gobernante, sino que innovó algo nuevo y revolucionario en la Tierra: el dominio del ser humano por el ser humano.

El Tárgum de Jerusalén, una traducción interpretativa judía de la Biblia, dice de Nemrod: “Era poderoso en cazar y en iniquidad delante del Señor, porque era cazador de los hijos de los hombres, y les decía: ‘¡Apártense del juicio del Señor, y adhiéranse al juicio de Nemrod!’”. Tanto el Tárgum de Jonatán como el historiador Flavio Josefo están de acuerdo con esto. Las Santas Escrituras señalan al responsable de aquel principio y de este presente: Satanás, “el dios de este sistema de cosas”. (2 Corintios 4:4). Ahora ya nos ataca con una guerra que podría ser la última. Para que no lo sea, habrá que permitir la invasión, la matanza y el dominio de uno de sus representantes humanos contra un país.

El género humano que no quiere el dominio humano clama por un gobierno de paz. ¿No es razonable que el Creador, que se propone restaurar el paraíso a esta tierra, también proveyera un gobierno perfecto para ese paraíso? Eso es exactamente lo que Jehová se ha propuesto hacer. El rey que lo representa en este gobierno es su “Príncipe de Paz”, Cristo Jesús (Isa. 9:6, 7). “Él será juez entre las naciones y resolverá los asuntos... Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. Las naciones no alzarán la espada unas contra otras ni aprenderán más a hacer la guerra” (Isaías 2:4). “Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre” (Apocalipsis 20:10). Pues eso, quien quiera mostrar su esperanza en ese gobierno puede pedirlo en el Padrenuestro: “Venga a nosotros tu reino -gobierno- y hágase tu voluntad en la Tierra”. Ah, y si quieren también pueden pedir por aquellos que, por amar la paz y predicarla, están en las cárceles rusas.

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