Nuevo agravio para el Parque de Invierno de Oviedo
Leo en la prensa los cambios de tráfico ya aprobados entre la plaza de Castilla y la rotonda de San Lázaro, que suponen convertir la única vía de acceso al Parque de Invierno, Pedro Masaveu, en una de las de más trafico de Oviedo, para encauzar el trafico periférico y de salida de la ciudad. Esa decisión conlleva, desde luego, daños colaterales en lo relativo a accesibilidad, ruido, accidentes, contaminación, etcétera, que padecerán los usuarios de esta zona tan visitada y de tanta concentración de equipamientos y espacios públicos (Parque Invierno, Colegio Masaveu, Palacio de los Niños, Hogar Materno Infantil, Residencia de Ancianos, polideportivo, piscinas municipales, etcétera).
Hace cinco años se intentó por los responsables municipales de tráfico una actuación de este tipo y fue el propio Alcalde el que salió al paso ante tal iniciativa. En ese momento (ver en hemeroteca declaraciones de Gabino de Lorenzo de 1 de agosto de 2005 y el comunicado municipal de 4 de septiembre de 2004), puso de manifiesto el Alcalde el valor que para Oviedo ha adquirido el Parque de Invierno (uno de los mejores parques de urbanos de Asturias) y la falta de sentido que supone esa actuación para sus usuarios, para los de los equipamientos públicos del lugar y para la propia ciudad. Pues bien, parece que algún responsable municipal discrepa de esta opinión y ha conseguido que el Alcalde se tenga hoy que tragar esas palabras.
Desconozco las razones objetivas que llevan a los responsables de tráfico a tomar de nuevo esa decisión, desconozco, asimismo, si el Alcalde está realmente informado de las consecuencias de esta reforma, pero creo que represento el sentimiento de buena parte de los usuarios de esos equipamientos y espacios públicos expresando mi disgusto por tal medida.
Podría volverse a hablar del efecto «muralla» que una ronda de circunvalación produce en los usuarios. Usuarios especialmente sensibles al aumento del tráfico (pequeños del Palacio de los Niños, adolescentes del centro Masaveu, del Materno Infantil, del polideportivo; mayores del Residencia Covadonga y Centro Social). Usuarios del parque quizá más visitado de Oviedo. Usuarios del paseo preferido de nuestros mayores.
Podría hablarse también de la presión que recibe ese hermoso trozo de naturaleza, atronado por el intensísimo tráfico pesado de la ronda exterior que aún hoy no dispone de la reglamentaria barrera fónica para atenuación de ruidos. Podría hablarse, incluso, de la oportunidad de una inversión municipal que crea división y conflictos en la ciudad, en vez de solucionarlos.
Pero creo que en este momento es más importante poner el acento en la forma en que se toman las decisiones en nuestra ciudad. Recuerda los tiempos en que se aprovechaba el verano y las fiestas de septiembre para aprobar y ejecutar las decisiones importantes que se presumía podrían generar oposición.
Hay una serie de directivas europeas, vigentes ya en España, que velan porque las decisiones en temas ambientales que tomen los municipios se hagan con información previa y veraz a los ciudadanos y recurriendo a consultas por los medios adecuados, para contar con la participación de los vecinos afectados por tales decisiones. Una de ellas es la 2002/49/CE sobre evaluación y gestión de ruido ambiental. Pretenden esas directivas que las decisiones y cambios sobre temas como el tráfico rodado no se tomen a espaldas de los usuarios que van a padecer las consecuencias de su aplicación. Pero no parece que en Oviedo se sigan hoy esas buenas prácticas de gestión municipal.
Si tengo valor para acompañar a mi señora madre, ya entre el fragor del tráfico, en nuestro diario paseo por este agraviado Parque de Invierno, pensaré en el reconocimiento que deberíamos expresarle a nuestra concejala de Tráfico, doña Concepción García Álvarez, por semejante medida.
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