La soledad de Felipe VI
Son tantas las voces que se alzan sobre la controvertida figura de Juan Carlos I después de su salida de España y de su eventual regreso que su hijo Felipe, el heredero de la Corona y actual jefe del Estado español, siendo como es el actual Rey en ejercicio, y al mismo tiempo hijo de su padre, ha tenido que tomar una serie de decisiones que han debido de ser muy duras, tanto desde el punto de vista personal como en lo referente a sus actividades públicas.
Su renuncia a la herencia paterna que pudiera corresponderle y la retirada de la asignación a Juan Carlos I indicaron, en su momento, la postura del Monarca en este embarazoso asunto, un problema que aún no ha quedado resuelto y que tendrá que afrontar cuando el emérito regrese de su “exilio”.
Se lleva ya discutiendo varios meses sobre este tema y hay opiniones de todo tipo sobre cuál debería ser la residencia futura de Juan Carlos I, y más ahora que la Fiscalía no ha encontrado pruebas para encausarle.
Nos encontramos, por tanto, ante un tema de debate permanente porque interesa a la opinión pública, y, aunque se puede considerar un asunto político, lo cierto es que los políticos, incluido el presidente del Gobierno, se han desmarcado y han pasado el testigo a Felipe VI, que será quien, en soledad, como en las anteriores ocasiones, tendrá que decidir lo que resulte más conveniente pensando solo en los intereses de España. Un auténtico dilema que esperemos sepa resolver con acierto.
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