Humanidad o vergüenza
Ayer, volviendo del trabajo, vi a una chica sentada en el bordillo, llorando desconsolada. La gente pasaba por su lado, miraba curiosa, y seguía su camino. Dudé mucho, no sabía si acercarme, qué decirle, si iba a ser una molestia... Finalmente me decidí, me acerqué a ella y le pregunté si necesitaba ayuda. Y la necesitaba, realmente. Agradeció que me parara a preguntar, a hacerle compañía. Y esto me hizo reflexionar, porque estuve a punto de ignorar a esta chica y continuar con mi trayecto, por vergüenza. ¿Por qué nos cuesta tanto ser humanos? ¿Por qué nos da vergüenza mostrar empatía, alargar nuestra mano y ofrecer ayuda? Desde aquí, le mando un abrazo a la chica, y os animo a escuchar a vuestra consciencia. Que nos pueda más la vergüenza que la humanidad es una gran pena.
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