Este Gobierno hace cosas chulísimas
Así se pronunciaba hace unos días la ministra Yolanda Díaz, refiriéndose a algunos “hitos” de su gestión de gobierno y lamentando que “no somos capaces de comunicarlos”.
Por facilitarles el trabajo de comunicar lo que “no son capaces de comunicar”, empiezo por decir que una de esas cosas chulísimas que hace este Gobierno es arruinarnos “democráticamente”, aunque no tiene mucho mérito porque el profeta Alfonso Guerra lo predijo con tiempo: “A este país no lo va a conocer ni la madre que lo parió”.
Chulísimos, cinematográficos y épicos son los asaltos a viviendas ejecutados por okupas y permitidos por legisladores y autoridades.
Chulísimas e intransitables resultan las calles de nuestras ciudades para mujeres y ancianos, por el aumento permitido de violadores y atracadores callejeros.
Muy chulo el truco de magia, a la vista de los ciudadanos, para hacer desaparecer la “mejor sanidad del mundo”, ante el pasmo general.
Muy, pero que muy chulo el juego malabarista y trilero del pim, pam, pum, del extractivo Escrivá con los autónomos.
Más chula resulta la autosubvención en diferido de 701.000 euros que el presidente del Gobierno concede a Playbol, la empresa de su padre.
Y chulísima la iniciativa del esposo de Nadia Calviño, que por iniciativa propia, y sin apoyo de nadie ni de Nadia, monta una empresa para “gestionar” las ayudas que vienen de la UE.
Muy chulo y lucrativo el exministro Ábalos, que compró a China trece millones de mascarillas (defectuosas y de mala calidad) por más de cuarenta millones de euros (cada una nos costó más de tres euros, IVA incluido).
Es rechulísimo, especialmente chulo, que la pareja de la fiscal general del Gobierno firme un contrato con Venezuela por el que le pagarán nueve millones de euros por “coordinar las relaciones con la Fiscalía General española”...
¿Cómo es esto, o sea, que Venezuela paga nueve millones de euros a Garzón, D. Baltasar, para que este coordine las relaciones con Delgado, D.ª Lola? Hummm.
Extremadamente chula, inocua y extraña la decisión de González, D. Felipe, y Bono, D. José, ellos sabrán por qué y para qué, de haberse nacionalizado en la República Dominicana.
Aunque para chulo, chulo, chulo, el presidente del Gobierno y su “alter ego”, el Falcon, en la entrega de los “Goya” y otros eventos. Una chulada de “pájaro” (el Falcon, claro).
Otras cosas chulísimas que hace este Gobierno son coger con la mano derecha la aportación altruista y voluntaria de los espléndidos y caritativos trabajadores, y con la mano izquierda (para eso son de izquierdas) dar pagas de 400 euros a los que cumplan los dieciocho, cheques de alquiler, renta básica, sanidad a los ilegales que consigan llegar a un centro médico, las pagas de mil quinientos euros a las familias de moros y subsaharianos, acogida y recogida de menas, más otras menudencias propias del espíritu cristiano y dadivoso de esta izquierda solidaria y magnánima con los más desfavorecidos, a costa de otros desfavorecidos.
¿Cosas chulísimas, dice, doña Covadonga?
Menos mal que la luz y la gasolina son casi gratis.
Saludos cordiales.
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