Los tolosepos
Un buen amigo, enorme informático y gran conversador se ha referido en una de nuestras charlas a un personaje muy habitual en nuestra sociedad y lo ha relacionado con los políticos que sin saber hacer la "O" con un canuto pueden llegar a lo más alto.
Reconozco que nunca me ha tentado la política porque parece que sin padrinos sobran el talento, el talante, los idiomas, la experiencia, los títulos y los másteres, y supongo que se podrán subir escalones sin apoyarse en las "barandillas", pero debe ser difícil y frustrante porque no hay sitio para todos y la vieja costumbre de dar preferencia a los amiguetes está muy enquistada.
Sin duda ha habido y hay políticos brillantes y muy bien preparados, con un poderoso currículum a sus espaldas, pero también parece cierto que para hacer carrera política no hay que tener carrera alguna, y es precisamente de esto de lo que hablaba con mi querido amigo, cuyo criterio valoro y comparto en alguna medida, aunque no en todas porque sigo siendo un soñador y confío en que las próximas generaciones impongan el conocimiento, la prudencia, la moderación y la sensatez, como obligatorias e imprescindibles herramientas de acceso a las más altas responsabilidades políticas.
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