Aldea 0 (Jesús Arango) versus cero ideas (todos los discrepantes)

En un escrito publicado en este periódico el pasado jueves, Jesús Arango critica la postura manifestada días antes por José Manuel García (secretario de la Federación Asturiana de Parroquias Rurales) sobre el proyecto Aldea 0 y la mía sobre el declive demográfico de Asturias a raíz de la comparecencia en la Junta General del Principado de Jaime Izquierdo, Comisionado Para el Reto Demográfico.

El título ya anuncia el cariz del escrito: “Aldea cero versus cero ideas”. Es decir, quien discrepe de Arango lo hace sin ideas. Luego se confirma esa primera impresión en el texto del escrito, en el que puede leerse que tanto José Manuel García como yo opinamos, según Arango, “sin aportar argumento alguno” y con críticas “pesimistas e infundadas”.

Por eso ahora, desde mi respeto por lo que Arango significó en nuestra historia reciente y mi agradecimiento por lo que aprendo leyendo con atención todo lo que escribe, quiero discrepar de algunas de las cosas que sobre mí dice en el citado escrito.

En primer lugar, La Rectoral de Taramundi: “Las críticas de Calzadilla tienen la misma música que los negacionistas al cambio de hace cuatro décadas”. Dejando a un lado que no sé de donde deduce eso Arango, quiero dar un dato, ya que de progreso hablamos: entre 2001 y 2021, con La Rectoral funcionando desde varios años antes, el concejo de Taramundi perdió el 33 por ciento de su población (de 893 habitantes a 301 habitantes); y según la extrapolación de los datos que yo hice, tendrá 4 habitantes en el año 2068. Claro que esas cuatro cuatro personas vivirán como príncipes, según la teoría compartida por Arango y Jaime Izquierdo: la calidad frente a la cantidad.

Y es que yo criticaba en mí escrito al Comisionado por decir, a propósito de la bajada del millón de habitantes, que “no podemos saber si Asturias se puede equilibrar también, por ejemplo, con 700.000 habitantes que encuentren aquí una aceptable calidad de vida. Es una apuesta por la calidad frente a la cantidad”. Y ahora Arango me replica poniendo el ejemplo de Navarra, que con una población de 661.537 habitantes en la actualidad, “es la tercera región española en nivel de producto interior bruto por habitante”. Es decir: el hecho de que disminuya la población de Asturias hasta esa cifra puede no suponer un descenso en la calidad de vida de los asturianos. Pues bien, dos datos que Arango se ha olvidado de aportar en la comparación: uno, que yo daba en mi escrito: cuando se llegue a esa cifra, y según mis cálculos, 23 concejos (todos los del suroccidente asturiano) que ocupan el 47 por ciento de la superficie de Asturias van a estar deshabitados; y otro, relacionado con el anterior: mientras que Asturias no ha dejado de perder población (63.537 habitantes menos) entre 2001 y 2021, Navarra no ha dejado de crecer demográficamente, incrementando su población en 105.247 personas en ese mismo periodo de tiempo. Y claro que ha sido, entre otras cosas, por seguir “la senda de la innovación, la productividad y la exportación”, como dice Arango, camino que no ha seguido Asturias y de ahí los distintos resultados.

Añado que en mi escrito no intenté más que discrepar de la actitud de nuestro Comisionado aportando datos sobre el evidente declive demográfico de Asturias, asunto en el que él tiene mucho que ver, y criticando al mismo tiempo el hecho de que en su comparecencia en la Junta reconociese que se habían gastado en dos años 1.199 millones de euros (la mitad de todo lo previsto en el Plan Demográfico 2007-2017) sin especificar en qué; y lo que es aún peor, sin que ninguno de los diputados allí presentes se lo preguntase. No lo dije entonces y aprovecho para decirlo ahora puesto que sobre eso no hace ninguna referencia Arango.

Por lo tanto, no hubo en mi escrito ninguna crítica al camino emprendido en esa Aldea 0; pero digo ahora que me parece un ensayo insuficiente, porque considero que ese ensayo piloto a que se refiere Arango para esas aldeas de “planificación de usos del suelo, de recuperación de viviendas y edificaciones tradicionales y de incorporación de nuevos pobladores” debería extenderse a todos los territorios de nuestra región que están en riesgo de despoblación antes de que ya no viva nadie en ellos; y todo después de conocer el parecer de los habitantes de nuestras parroquias.

Es una lástima que siga habiendo personas que, aunque sea por un momento, consideren que su pasado político, su afiliación a determinado partido o simplemente su edad (o las tres cosas a la vez) les da licencia para no aceptar discrepancias con lo que ellos piensan, bien sea por ser críticas “infundadas” o porque solo pretenden “hacer méritos para resituarse políticamente ante la posible irrupción de nuevas candidaturas rurales”, que eso es lo que piensa Arango de José Manuel García, secretario de la Federación Asturiana de Parroquias Rurales.