Lorena, siempre en nuestro recuerdo
Qué rápido pasó el tiempo, parece que fue ayer cuando me despedí de ti, aquel triste día de octubre, preguntado por todos, sin mostrar preocupación por lo que pudiese pasar en la dura prueba que te esperaba.
Se cumplieron los peores presagios y te fuiste en silencio como si no quisieras molestar, dejando en nosotros un enorme vacío.
Por casa vamos gastando los días de esta puñetera vida, mamá está esperando esa llamada que no llega; Iris pasó el curso lo mejor que pudo, echando mucho en falta tus consejos y ayuda, a Javier después de tu partida le esperaba otra dura prueba que lo tiene muy bajo de moral; los abuelos van tirando con su achaques que ya es mucho, yo aquí te estoy escribiendo estas letras; el que está muy guapo es tu ahijado.
En este año he leído los libros que me habías regalado en tus últimas Navidades, el libro de Paula me impactó mucho, parece como una premonición de tu pronta marcha. Tampoco he podido seguir con el Photoshop, pues tengo intención de crear un fotomontaje con la carta que ha escrito tu directora (a la que por cierto no le he dado las gracias) y alguna foto tuya.
Espero que en ese mundo donde estés hayas encontrado el silencio y la tranquilidad que tanto te gustaba, también a tu hermana Alba, por la que tanto lloraste cuando nos dejó de forma inesperada y repentina.
Hasta que me llegue el momento del reencuentro con vosotras sólo me queda el recuerdo.
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