El abanderado de las nobles causas
Nuestro quijotesco alcalde Don Ramón Argüelles Cordero, al que tanto gusta dignificar su segundo apellido, como ha demostrado a lo largo de la actual legislatura, se ha atrevido a incrustar en la prensa del día 7 de octubre una cuña electoralista en la que afirma que el Ayuntamiento arreglará la carretera de Llanos de Somerón si la Consejería no aclara qué actuación va a llevar a cabo. Lo hace después de que el Principado ya anunciara la puesta en marcha de los trámites para acometer las obras de reparación de la calzada, y además, se atreve a decir que él puede apañar el desaguisado con diez mil uros.
Señor Argüelles: ¿por qué no ha reparado ya el argallo si en verdad puede hacerlo por ese dinero? Y luego, reclame a quien tenga que reclamar.
O utilice el dinero del Ayuntamiento en reparar las carreteras que sí son de competencia municipal, como la de San Miguel del Río, la de Herías a la Frecha o la de San Martino, entre otras.
Ese mismo día 7 de octubre, este mismo personaje, ha chapuceado la inauguración del Gimnasio cubierto del Jesús Neira, acto organizado a toda prisa a pesar de que no se ha terminado la obra, para evitar comentarios dolosos durante las fiestas patronales, porque piensa usar y abusar de las instalaciones para un montón de actos, conciertos y otras bagatelas. Eso sí, los críos no podrán usar las instalaciones en varias semanas.
En esta inauguración se ha disculpado por no poder acometer un acceso cubierto que comunique el Colegio con el Gimnasio. No alcanza el presupuesto, dijo. Y esto lo dice el mismo señor que adjudicó la piscina descubierta por unos euros menos de 200.000 para evitar sacar la adjudicación a concurso público, y cuando descubrió que el límite económico legal no incluía el IVA, se gastó otros 36.000 (18% de IVA) en un puente de madera y una seta. Muy monos por cierto.
También dice este señor, que el Gimnasio del Neira demuestra una gran colaboración entre las dos administraciones (Consejería y Ayuntamiento), algo que podía haber aprovechado para sacar adelante las obras del Instituto, ¿o era por hacer la pelota?
No seré yo quien recrimine a nadie las obras que se han ejecutado. Al contrario, disfruté de la piscina descubierta y agradezco el Gimnasio del Neira, aunque los niños deban esperar todavía. Pero me ofende la falta de vergüenza de un señor que se erige en salvador de causas inexistentes y olvida u omite las que debería acometer.
Ya no necesitamos un Gimnasio, porque ya está hecho. Gracias. Ahora necesitamos un Instituto, porque el que hay se cae. Necesitamos solucionar problemas que están sobre su mesa esperando: el colector de Villayana está en mitad del río, la captación de agua de Campomanes está sin terminar, el polígono de Villayana no tiene ni agua ni subestación eléctrica ni accesos ¿Sigo?
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