La Nueva España » Cartas de los lectores » Abofeteando a Ernesto

Abofeteando a Ernesto

21 de Mayo del 2022 - Javier Arjona (Siero)

Granada, junto al lago de su nombre o Cocibolca, recibe esta semana otro acto de miserable represión orteguista-murillista al eliminar el prestigioso Festival Internacional de Poesía.

Granada fue refugio de los últimos días de Ernesto Cardenal, uno de los máximos exponentes de la poesía latinoamericana, perseguido ferozmente por Ortega-Murillo, antes, y después de muerto.

Nicaragua, el país de poetas, lagos y volcanes, que tantos poemas de vida y tantos escritores fueron mártires en la lucha contra la tiranía, padece ahora una continuidad de la represión y venganza de los Murillo-Ortega contra toda disidencia poético-política.

Junto a la cancelación de la organización responsable del Festival Internacional de Poesía se ha ordenado ilegalizar a otras 18 organizaciones no gubernamentales, incluida una de periodistas y comunicadores ambientales y otra de afrodescendientes.

Suman ya más de 200 las organizaciones desarticuladas e ilegalizadas, tras las protestas de abril de 2018, que dejaron un saldo de 355 muertos, según balance de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aunque otros colectivos elevan la cifra a 684 y el gobierno Ortega-Murillo reconoce 200.

Solamente en este año son 146 las ONG ilegalizadas.

Desde 2018 la cifra asciende a 236. Particularmente las que trabajaban derechos humanos, temas de salud, feministas, educativas, ambientalistas, indígenas y de periodistas, así como universidades y centros de pensamiento.

En paralelo el gobierno Murillo-Ortega mantiene en prisión a 177 presas y presos políticos, en tanto que muchos miles han tenido que optar por el exilio forzado, entre ellos destacados poetas, escritores, cantores, artistas.

El festival internacional de Granada ha sido prohibido. ¿Pero acaso es permitido detener y prohibir la poesía?

Ayer, el exiliado escritor y exvicepresidente de Nicaragua Sergio Ramírez, también premio "Cervantes", recibía el doctor honoris causa de la Universidad Nacional de Costa Rica.

Nicaragua además sufre este día de lluvias tropicales e inundaciones que incluyen la capital, al tiempo de migrantes nicas en huida hacia EE UU morían ahogadas en el río Bravo, y la presa política Nidia Barbosa se encontraría hospitalizada en una UCI sin que sus familiares hayan tenido acceso a ninguna visita: hace poco tiempo de que otro preso político, el exgeneral Hugo Torres, falleciera en condiciones de total aislamiento. Hugo Torres, destacado guerrillero sandinista (comandante uno) había sacado de la prisión somocista a Ortega.

¿Entraron en pánico Murillo-Ortega de que en el Festival Internacional de Poesía en Granada se pudieran escuchar poemas por Hugo Torres, por las 15 migrantes nicas fallecidas desde marzo intentando llegar a EEUU, por las comunidades indígenas mayangnas y miskitas que han sufrido 12 muertes en la reserva natural de Bosawas por ataques de colonos que el gobierno envía a invadir sus tierras, ( y que por denunciar ese crimen el gobierno ha ilegalizado y eliminado al Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua), o poemas por cualesquiera de las presas y presos de El Chipote, por los asesinados, por el exterminio cultural practicado por una demencial forma de opresión política que tiene esperpéntica forma de Ortega-Murillo?

O simplemente los poemas dedicados al gran lago Cocibolca por el asturiano comandante Gaspar García Laviana...

O la frase poética, de Ernesto Cardenal (que prologó el libro de Gaspar siendo ministro de Cultura) a pocos días del estallido de abril de 2018: "¡Levántense todos. También los muertos!".

O Poemas como los de Gioconda Belli:

Poesía en tiempos de crueldad

En la noche

una mujer se levanta de puntillas

camina en la oscuridad

hacia el balcón volcado sobre el cielo

En la noche duerme el barrio a su lado

Los sueños de los vecinos flotan sobre los tejados

las figuras de esperpentos y duendes

se mezclan con los gatos y las aves nocturnas

El pecho de la mujer es una fragua

que arde con la leña del día. Está llena de humo

y el humo le saca las lágrimas.

La mujer grita. Abre la boca y sale de ella la tormenta.

La mujer grita:

¿Qué puede hacer la poesía?

¿Qué puede hacer la poesía?

¿Qué hacer con el hervidero de palabras

que la habita?

Las palabras suaves y las palabras duras

Las palabras ésas que se han venido haciendo urdiendo cavando

revoloteando revolviendo revolucionando

¿Qué puede hacer la poesía

con la revulsión?

¿Cuántas palabras amontonar para el asco?

¿Cuántas para el dolor?

En la noche, en la cama, ella escucha

las voces de la mujer, del hombre, lamentándose

Llora sin llorar. Llega un momento en la vida

en que se llora por dentro para adentro

después busca al marido entre las sábanas

y hace el amor; pero el amor se queda entre sus piernas

pegado a su piel, igual que la poesía se queda

dormida sobre el papel

¿Qué puede hacer la poesía para convertirse en libertad

en cielo abierto?

La poesía dormida sobre el papel

Es igual que las palabras que se escriben para que nadie las/ comprenda.

Es menester el ojo para que la poesía se levante y ande.

Es necesario el tiempo, el amor y el horror

para que la poesía se encienda como una lámpara

y salga con sus fósforos y luciérnagas

a iluminar la noche.

Con el ojo y la luz

nada es imposible para la poesía

en medio de la ciudad quebrada

los heridos por la muerte

y por la vida

cantan

La mujer los oye

Oye el ritmo antiguo de las voces

Ve a las mujeres moverse recostadas

las unas sobre las otras

meciéndose al ritmo de las palabras

entonadas por todos

La poesía es ese mundo terco y silencioso

Es el fervor dicho en voz baja

Es el alma que habla

Y no se da por vencida.

Cartas

Número de cartas: 45128

Número de cartas en Abril: 144

Tribunas

Número de tribunas: 2036

Número de tribunas en Abril: 5

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador