Época demagógica
Una de las características más sobrecogedoras de nuestra época es comprobar cómo nacen leyes cuyos creadores saben que no se cumplirán. Así ocurrió, por ejemplo, con el Gobierno de una cierta ideología que hace unos años creó una ley que reduciría los tiempos de los juicios. Y así ocurrió en gobiernos de diferentes ideologías que en varias comunidades autónomas han creado leyes o decretos que reducirían los tiempos de espera para operarse.
Pero estas leyes o decretos deben ir acompañados de la lógica modificación en las condiciones y medios que permitirían reducir esos tiempos de espera. Esos medios son materiales y humanos. Y los humanos son fundamentalmente la contratación de personal o la justa remuneración de horas extra a los previamente contratados.
Pero esto no se ha producido -o no se ha producido en la suficiente medida- y a nadie se le escapa que muchos juicios se alargan durante varios años y que los pacientes pendientes de una intervención tienen que esperar más tiempo del que dicta la normativa.
Estos decretos o leyes, además, tensionan a los grupos de profesionales implicados -que se encuentran entre la normativa y la realidad-, deteriorando los naturales vínculos de camaradería entre personas que comparten un mismo objetivo (dispensar salud o justicia) y perjudicando la natural relación de autoridad existente en todo grupo de seres humanos.
Leemos en el periódico que Siero -se entiende los políticos responsables- quiere modificar su protocolo y fijar en tres meses el tiempo de espera máximo para una licencia unifamiliar.
En agosto de 2021 solicitamos la licencia para la construcción de una vivienda unifamiliar en Meres (pueblo del concejo de Siero). En octubre nos solicitan una modificación del proyecto, entregándose ese mes, y en enero de 2022 nos informan de que no pueden abrir los archivos en sus ordenadores. Después de comprobar que los archivos abren en los nuestros, los reenviamos de nuevo sin demora, ese mismo mes de enero. En mayo de 2022 no tenemos respuesta. Hemos intentado contactar telefónicamente más de diez veces con alguien que nos pueda informar, pero, como todo el mundo sabe, es imposible.
La noticia del protocolo y de la agilidad en las licencias de Siero es repetida. Pero este nuevo protocolo, si no va acompañado de las condiciones y medios que permiten ejecutarlo, será inútil o incluso perjudicial.
Y así es como la demagogia nos termina afectando a todos.
Daniel Hernández-Vaquero Panizo
y Rocío Díaz Méndez
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

