Respirar hondo
Contar hasta tres y respirar es una fórmula infalible para relajarnos y encarar las dificultades, una manera de decirnos a nosotros mismos que podemos, que estamos capacitados para solventar los problemas, los imprevistos que se nos presenten y cualquier otra circunstancia por muy difícil que sea.
Como respirar no tiene ningún mérito porque viene de fábrica, la clave está en simultanear el acto en sí con el ejercicio mental mencionado, de forma que se convierta en algo reflejo y que lo podamos poner en práctica de forma mecánica cuando se presente la ocasión.
Y si queremos un resultado mucho más eficaz, hay que hacer algo tan simple como respirar hondo durante unos cuantos segundos, sin necesidad de contar hasta tres, y notaremos de inmediato los efectos ralentizando unos segundos la cadencia de la respiración, sin que el ritmo natural, que viene a ser de unas 20.000 respiraciones diarias, aproximadamente, se vea afectado.
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