El femenino de ingeniero es ingeniera
Hoy, 23 de junio, es el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, y puedo decir con el pecho henchido de orgullo que soy las dos: mujer e ingeniera.
Habrá quien todavía se pregunte por qué es necesario celebrar un día como el de hoy: aún solo uno de cada cinco alumnos en facultades técnicas es mujer, pero estos son datos, nada más.
Yo terminé mis carreras en plena crisis, y tuve la grandísima suerte de que mi primer trabajo fue con una empresa italiana en Abu Dabi. Sí, todos los tópicos: mujer, ingeniera, en un mundo de megaconstrucciones de petróleo y gas, en medio del desierto en un país árabe. Pero si éramos unas 3.000 personas trabajando allí, no éramos más de 20 mujeres…
Me pasé muchos años en el Golfo, aprendiendo, sufriendo, trabajando 70 horas a la semana bajo los 50 grados del desierto, como muchos de mis compañeros no, más, porque para que una de nosotras demuestre que es capaz, necesita hacerlo 10.000 veces mejor que cualquiera de ellos, necesitamos esforzarnos el triple y, aun así, siempre había alguien a mi alrededor que dudaba de mis “méritos¨… Siempre he tenido gente cerca para la cual mi palabra no tenía valor y terminaban las conversaciones con un “bueno, voy a preguntárselo a tu jefe…”. Y he tenido jefes (y no en países árabes, en la misma Bélgica) que me han indicado directamente que no responda a mis compañeros, que simplemente les diga con una sonrisa que lo voy a consultar, aunque lo sepa, ya que queda feo que una chica sepa más que sus compañeros… Literal. Y podría seguir…
Sumario: Reflexión y celebración por el Día de la Mujer en la Ingeniería
Destacado: Hemos llegado hasta donde estamos gracias a muchas mujeres que se unieron para luchar por los derechos de sus hijas, de sus nietas, y creo que a nosotras nos toca seguir haciéndolo
No obstante, todo esto han sido minucias al lado de todo lo positivo que mi experiencia me ha dado, lo que me ha hecho crecer y mejorar, y lo fascinada que estoy de desenvolver actualmente mi trabajo en el Proyecto Iter, donde el primer día me sorprendió que éramos tantas ingenieras como ingenieros (o casi), y donde me siento feliz (ya con turnos normales de 40 horas a la semana). Gracias a mi experiencia, y a la ganancia en tiempo libre, he implementado una optimización de mi tiempo que me ha permitido también crear mi propia empresa: Planning with Mey.
Yo pasé el confinamiento sola en Bélgica, y todo el tiempo que tenía libre lo dediqué a hacer cursos de organización de bodas y eventos. Por ello, cuando volví a España decidí abrir mi empresa como Wedding Planner, ya que para mí las bodas son como pequeños proyectos de ingeniería y construcción, con su diseño, gestión de proveedores, revisión de contratos, coordinación de personas y equipos en el pico de trabajo, etc. Pero con el plus de que son proyectos con belleza y felicidad.
Creo que mientras la proporción de ingenieras siga siendo tan baja, seguiremos necesitando celebrar un día como hoy. Pero también reconozco que hemos avanzado mucho, muchísimo. Hemos llegado hasta donde estamos gracias a muchas mujeres que se unieron para luchar por los derechos de sus hijas, de sus nietas, y creo que a nosotras nos toca seguir haciéndolo. Yo formo parte de Mujeres de Empresa, que es una asociación de mujeres empresarias que aboga por la presencia, cada vez más fuerte, de la mujer en la economía asturiana; pero hay muchísimas formas. Lo único que está claro es que unidas llegaremos más lejos y, probablemente, antes.
¡Feliz Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería a todas mis compañeras!
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