Cifras y letras
"Cifras y Letras" es un programa-concurso televisivo. Concurren dos personas que deben obtener, con cifras aleatorias y usando las operaciones aritméticas de base, un número entero dado, con la mayor exactitud y, en el apartado de "letras", formar una palabra, cuanto más larga mejor, con consonantes y vocales elegidas al azar.
Seguro que muchos conocen este juego y, si se ha terciado, han intentado emular a los concursantes con mayor o menor destreza.
Por medio de dígitos conseguimos números de todo tipo, y las letras, combinadas y ordenadas adecuadamente en un código común, conforman un conjunto de signos lingüísticos con los que nos expresamos, describimos situaciones y emociones, intercambiamos opiniones, ideas, sentimientos, contamos y, en definitiva, nos comunicamos.
Viene a cuento esta referencia porque en ocasiones parece como si utilizáramos este código de cifras y letras en nuestra vida diaria social , como compitiendo entre nosotros en un concurso similar. Así, por ejemplo, si nos quejamos de un resfriado nuestro interlocutor nos habla de su pulmonía pasada, si opinamos que la economía no acaba de levantar vendrá otro que supera la reflexión diciendo que aún no se ha tocado fondo, o si manifestamos que aquel político es un corrupto a alguien se le ocurre sentenciar que son todos unos chupópteros. No en vano dice el refrán que "por mucho que un hombre se afane, siempre hay quien le gane".
Las circunstancias políticas y sociales de nuestros días dan mucho juego a los aficionados a este concurso, a tertulianos, a librepensadores, a articulistas y demás. Cada cual computa, suma y resta hasta con decimales y utiliza palabras cuanto más abruptas, cuanto más contundentes, y si son antagónicas, tanto mejor, que incluyen morbo.
Debo confesar que no me libro de este juego, que pico, sin caer en la ludopatía, pero, bueno, que hago mis pinitos. Y me declaro torpe, imprecisa, falta de expresividad. Resumiendo nunca acierto a conseguir la palabra más larga.
Después de la huelga general, corrieron los vocablos "éxito" y "fracaso" y a mí sólo se me ocurrió un monosílabo :"!bah!". Contra la palabra "primarias"- que valen los plurales- encontré un "!ah!". Contra "ganador" y "perdedor" me salió un "!oh!". Aunque intente mejorar "gatómetro" o "pulsómetro" no soy capaz de ir más allá de "!eh!", "!jo!", "!ja!" o "!fu!".
Ahora me intereso por el "palabro" : "postzapaterismo". De momento me sale "!oh!" , "!ji!", e incluso "!vaya!". Pero estoy trabajando en ello....
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