Fracaso formativo según la empresa
Hace muchos años se desconceptualizó la formación ocupacional (también llamada para el empleo, también llamada formación permanente o continua) sin comprenderla ni interpretarla correctamente, ahora fracasamos por necesidad.
- Formación ocupacional: porque su función era formar para un conjunto determinado de puestos de trabajo similares agrupados bajo la denominación común de una ocupación. Posteriormente formaba específicamente en determinadas tecnologías como perfeccionamiento para las ocupaciones que las usasen. Todo estaba estructurado y reglado, pudiendo, dada su flexibilidad, tener cursillos de contenidos cortos o aislados, dentro de la estructura formal y flexible que poseía.
- Formación para el empleo: porque su objetivo último era el pleno empleo y la actividad laboral en las empresas impulsándolas al éxito. Sin embargo, su primer objetivo era satisfacer la demanda vocacional de las personas, razón por la que en el extranjero también se la denomina "vocational training".
- Formación permanente o continua: porque crece el número de ocupaciones que al final de la vida laboral se han desarrollado, pudiendo ser normal el de seis ocupaciones en alguien que se jubile hoy. Además, hay ocupaciones de tres tipos: profesional, hobby o afición, y supervivencia. Sabiendo que en todas ellas se debe formar a la gente permanentemente si se busca el éxito y la riqueza social. Excuso decir, por ello, más sobre su importancia.
Es bien fácil entender este concepto formativo si se contempla como algo que va desde lo más rígido y estable, a lo más flexible y adaptable a las necesidades de las ofertas de empleo de las empresas. Porque se ha de estar formando incluso para aquellas ocupaciones que aún no han aparecido, pero que se pueden intuir y prever. Pues bien, en estas circunstancias (que eran sabidas por aquellos que sí sabían la razón por la que la UE invirtió en ella cuantiosos fondos a través del Inem) se ninguneó a esta formación bajo el argumento de que no era formación reglada. ¡Señores...! Es tal la estulticia que aún se seguirá justificando con tal argumento su desconceptualización, con el consiguiente fracaso del sistema formativo al volverse rígido ante la empresa. Ya que la formación inicial reglada en conceptos tradicionales estables es previa a la formación ocupacional que está reglada en conceptos ocupacionales que la estructuran adaptable a los sistemas productivos. El trabajo en la empresa nunca trató solo de un título académico (algo importante), sino de estar acreditado para el puesto de trabajo, ser eficaz y mantenerse actualizado.
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