La larga espera en la atención de Oftalmología de Cabueñes
Después de 35 años peleando con el glaucoma que me va restando poco a poco visión en ambos ojos, ahora me encuentro con que el servicio de Oftalmología en Gijón, a mi entender, y basándome en mi caso particular, funciona de manera poco aconsejable por su lentitud.
Llevaba yo más de treinta años acudiendo semestralmente a revisión, primero en el antiguo Hospital del Cristo en Oviedo y luego en el nuevo HUCA, y yo volvía a casa con todas las pruebas que el facultativo de turno consideraba oportunas practicarme, así como su diagnóstico. Desde los primeros meses de 2021 fui trasladado a Oftalmología de Cabueñes, y la primera revisión me la hicieron el 17 de noviembre de 2021. El doctor que me atendió me dijo que procedía hacerme una campimetría y que sería citado por escrito indicándome lugar y fecha. Tras esperar otros seis, casi siete meses, el pasado 22 de junio me hicieron la prometida campimetría en Cabueñes, prueba que dura unos diez minutos. Realizada esta, la persona encargada de su ejecución me dijo que ya podía marcharme y que el resultado me lo darán cuando me citen para ello, Dios sabe cuándo (esta expresión es de mi cosecha, no de la persona que me atendió, que por cierto era muy amable y educada). Yo pregunto: ¿se puede considerar como atención adecuada y correcta el que los pacientes tengamos que estar sometidos a esas largas esperas para saber el alcance de nuestras dolencias? Yo pienso que no, y como a Dios gracias, mi humilde situación económica no es tan mísera como para su desgracia, la de muchos otros, pues en ese espacio de tiempo de espera entre revisión, pruebas y resoluciones que aún no llegaron y que acabo de mencionar, pues ya llevo gastados mis buenos euros en la oftalmología privada, donde entre tanto me diagnosticaron además del deterioro por glaucoma, un problema de degeneración macular, que hasta la fecha la Seguridad Social parece que no ve o que no quiere ver –ya no sé qué pensar.
Conclusión, que, a mi entender, aquella Seguridad Social que nos decían era modélica o puntera entre las de los países desarrollados, poco a poco, parece que nos la están dejando en tercermundista.
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