¿Tambores de guerra total?
Mientras los líderes de la OTAN definieron este miércoles en Madrid a Rusia como la “más significativa y directa amenaza” para su seguridad, a la vez que consideran por primera vez a China como un “desafío” en la nueva estrategia de la Alianza para la próxima década, la guerra fría se pone caliente y Zelensky, de pura felicidad, debe estar preparando un bis de su actuación estelar interpretando el Hava Naguila con su “instrumento”.
Putin las va a pasar ídem si el teatrillo de Biden va más allá de un simulacro.
La puesta en escena de medidas intimidatorias de EE UU implica el traslado a los países aliados de la OTAN en la frontera occidental de Ucrania, de los Screaming Eagles (las “águilas chillonas”) de la 101 Aerotransportada del Ejército, primer despliegue de esta división desde Fort Campbell, Kentucky, a Europa en 80 años.
En pleno fervor prebélico, le ha seguido el anuncio del envío de seis destructores de la clase Arleigh Burke de la Marina de los EE UU al mar Mediterráneo para proporcionar misiones de defensa aérea y la capacidad de lanzar misiles de crucero tierra adentro en Rusia.
Añádanle el envío de “dos escuadrones F-35 adicionales al Reino Unido, y estacionará defensa aérea adicional y otras capacidades en Alemania e Italia”, aparte del anuncio del refuerzo de dos barcos destructores más (serán 6) a la base de Rota (Cádiz).
Cualquiera diría (y de eso se trata) que es inminente una guerra total, lo que nos llevaría al Armagedón que afectaría a todos, ricos y pobres, buenos y malos, inocentes y culpables. Y aquellos, los ricos, no creo que estén por la labor, a pesar de las apariencias.
Al final solo es una guerra de intereses económicos con cambio de poder y resultado de muerte de los prescindibles.
Los cinco BRICS históricos (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) conforman un microcosmos del Sur Global, que abarca el Sudeste Asiático, Asia Central, Asia Occidental, África y América del Sur. Argentina, Irán y posiblemente Irak están ansiosos por unirse a los BRICS, y quizás Venezuela.
De 195 países, solo 30 han respetado las histéricas sanciones de Estados Unidos a Rusia. Eso significa que alrededor de 165 países en el mundo se han negado a unirse a las sanciones. Mucha tela.
Como hecho relevante de la cumbre de la OTAN en Madrid, el plácet de Erdogan a la entrada de Suecia y Finlandia en el Tratado. Como premio, “la venta” de 40 aviones de combate F-16. Estos americanos no dan puntada sin hilo.
Saludos cordiales.
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