Sin formación previa se arriesgan las inversiones
No vamos a ninguna parte sin competitividad empresarial, y esta se logra con inversiones para la automatización total en fábricas sin luz que aumentan la producción y la riqueza necesitando menos empleo y de más alta cualificación. Por eso, si se pide crear un fondo de inversión para financiar tecnologías competitivas, primero habría que tener prevista la formación para el empleo que sería requerido. Porque de lo contrario no seríamos competitivos y hay que serlo desde el primer momento sin poner en riesgo las inversiones. Solo así se harían rentables las inversiones generando riqueza.
Pero hasta ahora no hemos previsto cómo mantener el conocimiento necesario en el personal para esa continua evolución tecnológica que tampoco hemos tenido. Ese era y es el principal objetivo conceptual de la formación permanente ocupacional. Nada es fácil y aún se ha complicado más con la desconceptualización de todo lo relacionado con el hecho de formar en ocupaciones. La planificación formativa en el ámbito empresarial debe ser prioritaria a todos los niveles y ser trasladada a la formación permanente ocupacional que debe responder, formando si es preciso a sus instructores docentes, transmitiendo los nuevos avances tecnológicos a las nuevas ocupaciones, y disponer con prontitud de los nuevos equipos y materiales con los que profundizar en la novedad tecnológica y en el desarrollo de contenidos formativos (la Universidad Europea de Madrid ya oferta formación online de carácter permanente ocupacional).
Es fácil entender la secuenciación del proceso: los instructores docentes deben adquirir los nuevos conocimientos de los investigadores universitarios ligados a las empresas tecnológicas que los trasladan a los instructores docentes, los cuales los incorporarían a cursillos muy cortos dirigidos a los trabajadores en las empresas, y, a la par, se incorporarían a los cursos amplios específicos en tecnologías, válidos para crear múltiples nuevas ocupaciones a partir de las antiguas. Por último, se irían incorporando los contenidos de base al sistema formativo inicial reglado.
La titulación académica y el inicio formativo ocupacional en una ocupación determinada no son una secuenciación rígida. De suyo, a una ocupación se puede llegar desde varias titulaciones académicas y desde una titulación académica se puede ir a varias ocupaciones: ese es el dinamismo y la movilidad que existe conceptualmente en la frontera entre lo académico y el sistema permanente ocupacional. Ya que las ocupaciones son muchísimas más que las titulaciones académicas, y esas acreditaciones ocupacionales periclitan con mayor rapidez que una titulación académica: la cual debe durar toda la vida. De no poner en marcha rápidamente el concepto ocupacional, Asturias desaprovecharía su historia industrial y apagaría el motor de independencia y riqueza que es la industria cuando esta es capaz de crear su propia maquinaria productiva.
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