¡Ha llegado Zampanó!
Zampanó es un personaje de la película “La strada” encarnado por Anthony Quinn, y cuya protagonista femenina era la dulce Giuletta Masina, esposa de Fellini que era el director. Ganó el “Oscar” a la mejor película extranjera. Zampanó rompía unas cadenas que rodeaban su torso con la expansión de los músculos del mismo.
He escogido ese título para esta carta porque hoy, martes, cuando la estoy escribiendo Felipe VI está recibiendo a Biden I, emperador de Occidente y señor de la NATO, en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz. Así que no es tendencioso que escriba: “iHa llegado Biden!”. La única diferencia con Zampanó es que este rompía cadenas, y Biden nos quiere aherrojar a los intereses de los EE UU y del “Complejo MilitarIndustrial” de esa nación, sobre el que ya nos alertó Dwight Eisenhower cuando dejó de ser presidente de esa potencia.
Biden pisa suelo de lo que fue antaño una base estadounidense, entregada por Franco a USA por los Pactos de Madrid de 1953. En esta base, que dista menos de veinte kilómetros a vuelo de pájaro de la Puerta del Sol, se almacenaban bombas H idénticas a las que cayeron al suelo y al mar en el accidente de Palomares. Como español, y por tanto ciudadano de una nación miembro de la UE, soy partidario de una UE soberana y no sometida a los EE UU y no lo fue cuando por sus propios intereses el Imperio abortó la recuperación del Canal de Suez por Gran Bretaña y Francia, y eso que USA mantiene una “special relation” con Gran Bretaña desde que Truman I fue abducido por el imperialista Churchill (leer mi carta en LNE publicada el 12 de mayo de 2022). No escribo esto porque me pareciese bien entonces que los paracaidistas de ambas naciones fueran lanzados sobre Alejandría, sino porque si aceptas un imperio de un país en el que tú no vives te conviertes en esclavo.
No deseo que nuestro país esté en la NATO, un organismo intimidante, un matón que es el mayor comprador de armamento a las empresas estadounidenses, aunque algunas de ellas lo blanqueen fabricando en Europa. Yo no soy estadounidense, por eso el American Way of Life no me interesa, y más cuando hace años que esa forma de vivir solo la tienen los blancos ricos, mientras los llamados pequeños blancos no la tienen (por eso votan a Trump), y los ciudadanos coloreados, sean negros, o latinos, no tienen acceso a ella.
Días atrás zapeando en las televisiones veo que una de las emisoras de Berlusconi en España dio la noticia de que el Papa Francisco iba a dimitir, reconozco que me disgusté pues es una persona honesta a la que admiro. Al día siguiente ya leí la información, y vi que la emisora de Berlusconi como es habitual en ella había acudido a la “propaganda negra” (leer mi carta citada más arriba) para desprestigiar al Papa Francisco que había publicado dos días antes que un jefe de Estado le había manifestado: “La OTAN está ladrando a las puertas de Rusia”.
En una entrevista al periódico “II Corrieri de la Sera”, el Papa Francisco insiste en la responsabilidad de la OTAN: “Las amenazas de la OTAN quizás llevaron al presidente ruso, Vladímir Putin, a reaccionar mal y desencadenar el conflicto”. Una ira que no sé decir si fue provocada, pero facilitada quizás sí.
Uno de los pilares del libro “El origen de las especies” de Darwin es la idea de que la función crea el órgano. La demostración más palpable de ello es que algunas especies de colibríes que liban flores en las que el camino desde la entrada hasta los pistilos es curvado acaban teniendo el pico corvo, mientras los otros colibríes lo tienen recto.
Así ocurre en los organismos vivos. Pero las entidades burocráticas, y la OTAN lo es, evolucionan hacia un mayor tamaño. De la OTAN cobran sueldos sustanciosos miles de empleados, y obtienen grandes beneficios las empresas fabricantes de armas -la mayor parte de los cuales son estadounidenses-, por lo que USA, que creó la OTAN, hará lo imposible por que no desaparezca. Y una forma que tienen las empresas para que la OTAN no desparezca es invertir en la formación de opinión: cientos de agencias de información publican artículos favorables a la OTAN, y decenas de “think tank” emiten estudios sobre la necesidad de la OTAN para alcanzar la paz. En realidad, son los intereses económicos lo que les mueven, el problema es que se basan en ideas periclitadas como la Geopolítica que enunció Johan Kjellén cuyas teorías propiciaron la Primera Guerra Mundial y el antiquísimo dicho latino “si vis pacem, para bellum”. Pero entonces no existían las armas nucleares, y ahora existen en cantidad suficiente para que la especie humana desparezca como los dinosaurios.
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