Incoherencias

31 de Julio del 2022 - José María Casielles Aguadé

Tras los generosos años que he de agradecer a la Providencia, encuentro en la sociedad actual una incómoda tendencia progresiva a la deshumanización, y a ello contribuyen, sin duda, presuntos artificios modernistas: la “inteligencia artificial”, pura articulación logística que no escapa a su diseño humano; su hermana “la ofimática condensada”; su prima carnal, “la digitalización electrónica”, y su nieto «el algoritmo». En resumen, aun siendo de Ciencias por los cuatro costados, encuentro demasiadas palabras, “palabros” y “palabres”, para prescindir de personas, “personos” y “persones”. Obviamente se busca rebajar los gastos de nóminas, pero no se puede olvidar que la atención personalizada, con su carga de orientación, es imprescindible en bancos y negocios.

Puestos a hablar de incoherencias, queda mucha materia pendiente. No hay más que tirar del hilo de la conflictiva palabra “separatismo”, que hoy más que nunca envenena la política, y de la que la RAE precisa claramente que “es la tendencia de un grupo a separarse de la comunidad u organización a la que pertenece y, en especial, se refiere al grupo de habitantes de un territorio que quiere separarse del Estado del que forma parte”. Más claro imposible. Se trata de un delito grave en toda tierra de garbanzos, de espaguetis, salchichas o rosbifs, en la que el Derecho se atiene a los significados de la Lengua nacional. Dicho esto, pasemos a consultar internet, Wikipedia, YouTube y otros MCS, sobre dónde se padecen los separatismos, y nos sorprenderá la prodigalidad geográfica: Ucrania, Cataluña, Eslovaquia, Córcega, Escocia, Taiwán, Croacia... por citar algunos de los más conocidos, y prescindiendo de otros especialmente ambiguos, como el Sáhara, Alsacia, Lorena, Chipre, etc., que de todo hay en esta conflictiva viña.

Día tras día se inundan los noticiarios con acontecimientos de Ucrania, que sectariamente se tratan de adjudicar unilateralmente a Rusia “velis o nolis”, con el agobio masivo de la OTAN, olvidando la disolución del Pacto de Varsovia, y las detalladas y convenidas prescripciones de los tratados de nacionalización; pero formulemos la clarificadora interrogación política pertinente: ¿a quién aprovecha esta táctica?

Sumario: Reflexión sobre la palabra separatismo y el conflicto de Ucrania y su derivadas

Destacado: Los actuales miembros de la UE deben plantearse cuál sería su actitud particular frente a una incidencia separatista radical en su propio territorio, como la que ha generado Ucrania en el suyo original

Hace pocas semanas, el petróleo se cotizaba en la Bolsa neoyorquina a poco más de cincuenta dólares el barril, y hoy ronda los ciento veinte. Así se comprende bien la obsesión yanqui por excluir a Rusia de su oferta internacional, iniciando una guerra económica, e implicando en ella a la UE y países de la NATO que se verán obligados a comprar más caro el combustible de “fracking”, el crudo natural procedente de Venezuela, con la que ya ha firmado contratos previos, y el gas licuado (GLP), servido por butaneros, y que posteriormente ha de ser regasificado, lo que le hace sensiblemente más caro que el natural, surtido por gasoducto. No es que encandile a nadie sensato la política de Putin, pero la de Biden se acerca demasiado a los intereses del dólar, y, por otra parte, aleja a USA del conflicto directo con Rusia, implicando en él a la NATO, en la que se quiere incluir a ultranza a Ucrania, con los consiguientes compromisos de asistencia de material y personal, en una operación verdaderamente delicada y peligrosa.

Basta con recordar el proceso rápido y masivo de la descolonización africana para detectar la liberalidad con la que intervinieron en él los norteamericanos. La actitud yanqui de entonces no concuerda muy bien con su rigidez actual frente a la Federación Rusa. Y puestos a explorar el futuro, cabe también preguntarse cómo reaccionaría Washington, si mañana Alaska, que en su día fue comprada a los rusos, pidiese la independencia, Y ya no digamos si el capricho de autonomía radical lo solicitara o pretendieran California, Texas o Florida.

Por otra parte, los actuales miembros de la UE deben plantearse cuál sería su actitud particular frente a una incidencia separatista radical en su propio territorio, como la que ha generado Ucrania en el suyo original. El problema es complejo. Aquí ya tuvimos un amago serio en Cataluña, y los ingleses, lo tendrán que afrontar con los escoceses en pocas semanas.

Una solución original a la guerra de Ucrania sería sustituir a Stoltenberg, que tendrá que dejar pronto la Secretaría General de la OTAN, por Putin; aunque posiblemente se enfadarían Sánchez y Von der Leyen. Y ya pueden suponer ustedes por qué.

Paz y bien.

Cartas

Número de cartas: 45551

Número de cartas en Julio: 12

Tribunas

Número de tribunas: 2068

Número de tribunas en Julio: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador