Imposible la perfección absoluta.
Andaba yo dándole vueltas a la incidencia de los diferentes alimentos en el organismo.
Ya se sabe, en ese aspecto de querer saber, hoy en día, pareciera no haber problema. Prácticamente todo dios tiene acceso directo al oráculo más acreditado y sapiente de todos de todos los tiempos: internet.
Bueno, pues busqué y busqué... Ok... Vale... Pero seguí buscando y buscando... Coño... Que no... Y que no... ¡La madre que lo parió! ¡No hay forma de llegar a la unanimidad! Al final todo puede ser un sí, un sí pero no, un sí y un no al alimón... ¡Joder!
¡Cómo puede ser que no pueda ser una conclusión inequívoca! Para esta pregunta ya no busqué ayuda externa. Consideré que ni internet podía ayudarme.
Qué duda cabe de lo mucho que el ser humano sabe y de que, por supuesto, su sapiencia le significa una gran ayuda para sí mismo, pero, esa gran ayuda irá progresando todo cuanto quiera imaginarse, mas nunca llegará a ser suficiente. Su progreso tan solo significará una ampliación en su campo de investigación.
Con pensamientos menos futuristas. Dice el aserto, más o menos: La naturaleza es el único artista que solo hace originales.
Mentira, no existe ningún artista que pueda hacer dos obras iguales. Es imposible la igualdad absoluta. Es imposible por su propia imposibilidad. Solo la igualdad, inexistente, podría generar igualdad.
Lo que, evidentemente, muestra la conclusión: imposible la perfección.
Con la que pasa lo mismito que con la igualdad. Solo la perfección, inexistente, podría generar perfección. Y, lamentablemente, esto es algo que atañe a todo el hacer y acontecer de nuestras vidas. Lo dicho es tan válido para un ser humano como para un país, por ejemplo.
Por lo que, un ser humano puede joderse la existencia y, cómo no, simplemente dejar de existir hartándose de beber, fumar, comer como una bestia grasienta...
Y, un país, labrarse el mismo destino "alimentándose" con Gobiernos como los de Sánchez o Zapatero.
...se que dejo ahí atrás iba a ser mi punto final, pero como suele ocurrirme, en algún momento posterior, siento que me he dejado algo por decir. En este caso, ese momento me ha saltado antes de haber esta carta enviado.
Lo que quiero decir es que no he llegado a la conclusión definitiva sobre alimentos "buenos", pero, identificar los "malos"...
Creo que podría atreverme a decir que ni he tenido que buscar para encontrar. Por eso me extraña la errática conducta de los españoles respecto a su terrible enfermedad.
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