El PSOE, lastrado
Desde el batacazo en las elecciones andaluzas estaba cantado que se iban a producir movimientos en la cúpula del PSOE y que una de las "víctimas" que tenían más papeletas para salir "agraciada" era la número dos y vicesecretaria general, cuya dimisión se ha querido adornar con la excusa de que se encuentra embarazada, una excusa que no deja en muy buen lugar a su partido y que, a estas alturas, nadie se cree.
El PSOE necesitaba quitarse lastre de encima para poder acometer una renovación de cara a las próximas citas electorales y especialmente con miras a las elecciones generales del próximo año, por lo que la salida de Lastra se puede considerar la avanzadilla del cambio.
Un cambio de caras que precisa con urgencia el Partido Socialista si quiere aspirar a revalidar el mandato, ya que el PP, según las últimas encuestas, y muy especialmente desde el nombramiento de Núñez Feijóo como presidente del partido, le está superando en intención de voto.
Es evidente que el lastre que ha soltado el PSOE con la salida de Lastra no va a ser suficiente, porque lo que realmente necesita es una renovación en toda regla y no parece claro que Sánchez tenga alternativas solventes para encarar el futuro.
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