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Dimisiones en cadena como efecto secundario

27 de Julio del 2022 - Rufo Costales (Oviedo)

¿Qué puede significar que los jefes de Estado que apoyan las sanciones contra Rusia caigan uno tras otro, como fichas de dominó, incluido el simbólico e importante banquero italiano Mario Draghi, presidente del Consejo de Ministros de Italia? Repasamos:

Kiril Petkov, primer ministro de Bulgaria, 27-06-22.

Naftali Bennett, primer ministro de Israel, 01-07-22.

Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, 07-07-22.

Kaya Kallas, primer ministro de Estonia, 08-07-22.

R. Wikremesinge, primer ministro de Sri Lanka, 09-07-22.

Al mismo tiempo que suceden estos hechos relevantes y significativos, se producen manifestaciones en todo el mundo contra las medidas de vacunación y la falsa pandemia.

Y con este totum revolutum de mezcla y confusión, salta la noticia, "inesperada y oportuna", solo para escépticos con memoria selectiva, de que el presidente americano Joe Biden ha pillado el covid (o el covid le ha pillado a él), después de la cura milagrosa de la cuarta dosis de Pfizer (2022). ¿Se habría enterado alguien si quisieran que nadie se enterara?

Como homenaje a tan vetusto político, de acogedor y familiar aspecto, traigo a colación dos frases suyas memorables, modelo Simón, para "recordar" (sin ironía): "No contraerá covid si tiene estas vacunas" (2021), "Es una pandemia de los no vacunados" (2022). ¡Mecachis!

Siguiendo la narrativa, ¿significa que tal vez Biden también está a punto de jubilarse en beneficio de Kamala Harris o Nancy Pelosi, o quizás Obama?

Sí, ya sé que, aparentemente, Obama nunca puede ser elegido como presidente nuevamente, pero puede ser nombrado en un momento de crisis... ¿y si la crisis empieza por un problema neurogénico y continúa con el contagio por covid del actual presidente?

Parece que el punto de referencia estaría en el mes de abril, cuando Biden, después de pronunciar un discurso en Carolina del Norte apoyado en el teleprónter, se volvió hacia su lado derecho (no había nadie allí y nadie estaba cerca), y extendió la mano para estrechar la mano de nadie. Uhmmm.

Posteriormente, en una fiesta en su honor en la Casa Blanca, todo el mundo le hizo el vacío, nadie quiso hablar con él ¡en su fiesta!; incluso Obama, auténtico protagonista, cogió el micrófono y se refirió a él como su "vicepresidente", ante el jolgorio general. Todo hace indicar que Biden está ahí para que Obama, entre bambalinas y junto a Blackrock y compañía, pueda planificar y ejecutar.

En conclusión, tenemos que Biden tiene 79 años, es un hombre de paja, tiene problemas de orientación y de memoria, contesta las preguntas por teleprónter, ha cogido el covid, puede que dimita...

El colmo sería que Biden, un "abuelo extraño con demencia", según el expresidente ruso Dmitry Medvedev, estuviera fingiendo y riéndose de todo el mundo. De traca.

Saludos cordiales

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