Y pelillos a la mar
Amanece, pones la radio y empiezan las palpitaciones.
Aviso para perplejos inadvertidos: El Tribunal Supremo ha confirmado las condenas de cárcel a José Antonio Griñán e inhabilitación a Manuel Chaves, y ha faltado tiempo para que los socialistas hayan salido en tromba a defender a los suyos, que no se han llevado cuatro trajes, precisamente.
Peloteo y halagos de unos, otras y otres que no han hecho que desaparezca el mosqueo general por los buitres que acechan la carroña, y titulares unidireccionales de lo más variopinto:
Zapatero: «¡Orgullo por Chaves y Griñán!».
Susana Díaz: "Todo mi cariño a Manolo y Pepe. Les admiro".
Pilar Alegría: "Ninguno de los expresidentes se lucró personalmente". «Lograron salvaguardar cientos de empleos y empresas».
Juan Espadas: "Nos ratificamos en la honorabilidad de estas personas que han dedicado toda su vida al servicio público". "No se han llevado a sus bolsillos ni un solo euro".
Pedro Sánchez: "Están pagando justos por pecadores". "Son personas honestas. Yo confío en su inocencia".
Fuentes de Moncloa: "¿Indulto? No hay motivo para denegarlo".
Comparto el cariño y la admiración por Manolo y Pepe porque, después de haber dedicado toda su vida al servicio público, llega el Supremo, les juzga por haber estafado a España entera, les condena por "prevaricación y malversación" como hechos probados, y resulta que son ellos las víctimas. Orgullo por ellos.
También confío en su inocencia porque son personas honestas que además de salvaguardar cientos de empleos y empresas, no se han llevado ni un solo euro... a sus bolsillos. Les admiro incluso.
Finalmente, y puesto que no hay delitos de sangre, soy firme partidario de que Sánchez, antes de echar a los leones a dos estandartes socialistas, levante el dedo pulgar y les conceda el indulto... siempre que "los pecadores" devuelvan esos 680 millones de euros que no se han llevado "los justos", pero que han cambiado de sitio, porque eso es lo que ha ocurrido. Todos sabemos que el dinero no desaparece, cambia de sitio.
Es difícil para nosotros, ciudadanos normales y decentes, aceptar que los que velan por nuestra salud, bienestar y prosperidad mienten rutinariamente, a sabiendas, sin honor ni vergüenza, con mentiras idiotas, intrincadas y contradictorias que son deliberadamente confusas, pero la verdad es que mienten.
En cualquiera de los casos, aunque hay personajes con el cerebro lleno de tumores malignos inextirpables que solo piensan en hacer el mal, lo mínimo exigible es que repongan el dinero sisado a todos para beneficio de unos pocos.
A partir de la reposición, palio, loas y alabanzas para los que han entregado su vida al servicio público sin llevarse un euro y... pelillos a la mar.
Saludos cordiales.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

