Libertad mal entendida
Este pasado fin de semana celebraron fiestas dos pueblos que, de momento, están dentro de la parroquia de La Venta (Nuestra Señora del Carmen), en Langreo, y en ellas solo estaban anunciadas actividades profanas y ninguna celebración religiosa. Algo que los vecinos de esos pueblos están en su perfecto derecho de organizar.
Pero el viernes día 29 de julio de 2022, a las siete y media de la tarde, el programa avisaba de una «Procesión en Honor a Nuestra Señora de la Pipa de la Sidra», por lo que quisiera hacer una consideración ante este enunciado.
Los entendidos suelen decir que cuando se usa la palabra «procesión», y desde el punto de vista de los creyentes católicos (ahora no viene al caso hablar aquí de las otras religiones), se está diciendo que es una demostración de fe. Y los términos «Nuestra Señora» es el tratamiento con el que se alude a la Virgen María, a la que se encomiendan los posibles creyentes católicos mediante sus oraciones; como ocurrió el pasado 16 de julio, por ejemplo, que varios fieles acudieron, tras los días de novena, al santuario del Carmen (antigua aldea de Argomosa) para asistir a la misa en honor a la patrona de la citada parroquia, Nuestra Señora del Carmen.
Por eso los organizadores de esas fiestas a las que aludo deberían aprender a manejar la terminología con más cuidado y, para evitar que los que no creen en nada (los ateos) puedan ofender a los que creen, dicha actividad deba nombrarse como una simple «Reunión Ante una Pipa de Sidra» o algo así. Porque no me parece que la pretensión de los organizadores de las fiestas de esos pueblos haya sido mofarse de los que son creyentes y van a misa los domingos (donde, entre otros, también se reza por los que no rezan). Si desde el punto de vista de los cristianos hay que respetar a los incrédulos, los no creyentes deberían aprender a hacer lo mismo con los que creen. La Iglesia, suele decirse también, siempre tiene las puertas abiertas a todo el mundo.
Conclusión: una vez más se nota que, en la España de hoy («Asturias es España y lo demás tierra conquistada», dice el refrán), despreciar a la Iglesia católica sale gratis. Una pena y una vergüenza porque, haciendo honor a la verdad, encargado de la citada parroquia de La Venta, entre 1961 y 2018, hubo un cura que en uno de esos pueblos que estos días estuvo en fiestas hasta llegó a tener una academia, la academia Juan XXIII, como así recordarán las personas de por ahí con sesenta, setenta y tantos años o más, y durante cierto tiempo aquel sacerdote dio clases a diverso tipo de alumnado. Alguna persona supongo que tendrá en su memoria el recuerdo de aquel buen hombre que, con sus defectos y virtudes como todo ser humano, y por lo que parece, ahora ya vamos viendo que no fue del todo bien valorada su paciente labor.
Aprovecho las últimas líneas de este escrito, en fin, para animar a los organizadores de esas fiestas a ir preparando la próxima edición y que les acompañe en todo momento el éxito.
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