Los ciclos de la vida y sus enemigos
Como todos sabemos, nuestro planeta es único en el universo -no se puede probar lo contrario-, se autosuministra de todo para dar vida, se autorrecicla y se regula como si se tratase de un ser inteligente y poderoso, pero no, eso que se suele llamar la "madre", o la "sabia naturaleza", es la sabia creación del "Padre de las luces celestes" (Santiago 1:17). Bueno pues... nos estamos cargando Su creación.
El maravilloso ciclo del agua es atacado cada año por los residuos venenosos de los 32.800 millones de cigarrillos en España, por mencionar una responsabilidad directa, aparte de los tóxicos o abonos industriales. El oxígeno es un gas sin el que humanos y animales no podrían vivir. Según ciertos cálculos, los seres vivos respiran al año cien mil millones de toneladas de oxígeno. Pero, al respirar, expulsan un residuo llamado dióxido de carbono. Aun así, el oxígeno nunca se acaba y la atmósfera nunca se satura con este residuo. ¿Cómo es posible? Gracias al ciclo del oxígeno. Dios creó una variedad de organismos -desde algas microscópicas hasta árboles gigantes- que absorben dióxido de carbono y expulsan oxígeno. Este ciclo confirma de forma literal lo que dice. Hechos de los apóstoles 17:24, 25: "Dios les da a todas las personas vida y aliento".
Aunque la Tierra recicla perfectamente sus propios desechos gracias a su magnífica ingeniería química en una armonía medioambiental, el ser humano, con toda su tecnología, genera cada año una infinidad de residuos tóxicos que no es capaz de reciclar. La vida está en peligro, estamos viviendo al revés en sentido físico y moral, y ahora ya el calentamiento global es irreversible. Cuando veo en el parque desperdicios de un encuentro juvenil, latas, botellas, plásticos, colillas -que ya habrán iniciado algún cáncer, propio y ajeno- me pregunto si padres y profesores no pueden generar respeto por el hábitat natural y humano, indispensable para todos. Claro, no hay tiempo, ni... programa. Bien, pues preparémonos para morir abrasados, si Dios no lo remedia.
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