Quieren convertir los pueblos en selvas
Quienes desde siempre compartían y cuidaban de la fauna y la flora del entorno con la agricultura y ganadería eran las familias de los pueblos, las dueñas absolutas del lugar. Eran quienes limpiaban las porquerías que dejaban tiradas los domingueros (los mismos que ahora pretenden convertirse en animalistas y verdes): latas, papeles, cajetillas de tabaco, botellas... Rozaban los caminos y la maleza y convertían en pasto lo que ahora es una tea presta para incendios descontrolados. Eran quienes trabajaban a diario por mantener las zonas para la supervivencia propia.
Ahora, tal parece que alguno pretende adueñarse de las propiedades de los lugareños, ¡entérense!, son sus fincas, viviendas, cuadras, pastos, montes, prados, mayaos, majadas, bosques... con sus caminos y pistas como paso preferente. Ustedes para entretener a sus retoños los fines de semana con prismáticos en busca del osito amoroso no pueden perjudicarles de ese modo.
Ustedes para llegar a lugares comunes invaden su propiedad privada (no todo el monte es orégano). Si además ustedes les meten animales salvajes sin control que les matan sus animales domésticos, les destrozan cosechas, frutos y pastos... Además de poner en serio riesgo su vida diaria, ustedes están cometiendo una tropelía contra empresas y familias que ya tienen bastante para sí.
Desde la ciudad no pueden ir a gestionar lo que les pertenece desde tiempos inmemoriales a esas familias de los pueblos. ¿Qué dirían si ellos hicieran lo mismo?, meterles leones sueltos y ratas sin control por parques y calles. Que usaran el campo San Francisco, el de Isabel la Católica o el Retiro para criar cocodrilos y bestias salvajes. Son animales para ser considerados a proteger igual al oso, lobo o jabalí. Quizás entonces comprendan que sus hijos correrían peligro, ¿por qué esa desconsideración con los hijos de los vecinos de los pueblos? ¡Ya sé que hay muchos intereses e interesados! Manejo de turistas y algún que otro puesto de trabajo con el que compran voluntades.
Todo cuanto quieran hacer por esos montes hay que consensuarlo con los vecinos del lugar, lo actual es arbitrariedad y abuso al servicio de personajillos que se hicieron animalistas y ecologistas con documentales de La 2, sin importarles nada más que su interés y pasatiempo.
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