Respuesta a Forascepi
Nunca imaginé que Cascos fuera capaz de resucitar a los muertos, pero tras el maremoto originado por una comida entre amigos en un restaurante de Castropol, doy fe de que ha obrado semejante milagro y así resucitan y surgen del ostracismo -como en esta ocasión, merecido- personajes como Forascepi, que él mismo, para darse “caché”, acompaña su firma con el cargo que ocupó en el Gobierno de Francisco Álvarez-Cascos en el año 2011: Viceconsejero de Educación. Sin eso, no sería nadie.
Forascepi tiene una herida abierta con Cascos y por eso escribe un artículo absolutamente ridículo. Forascepi, en lugar de contradecirse diciendo en él y al mismo tiempo que Cascos es el “mayor desunidor de la política asturiana” y que trataba de unir a los diputados del centro-derecha en la Junta en aras a la estabilidad política necesaria en el Principado para ejecutar acciones de gobierno -véase la contradicción manifiesta-, podría explicar a los lectores y, más aún, a los asturianos los motivos por los que no ejerció como viceconsejero de Educación. No hay valentía para ello, lo sé. Quien lo sabe, además de Cascos, es la que fuera consejera de Educación y Universidades.
Y a Forascepi, que empieza su ridículo artículo diciendo que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, para señalar al PP en su relación con Cascos según la prensa, podríamos decirle que eso, precisamente, es lo que nos ocurrió en Foro Asturias con él: veníamos de la primera piedra con sus aspiraciones frustradas de consejero de Educación y nos topamos con la segunda piedra en Foro Gijón, donde el ínclito exigió crearle “ad hoc” una Comisión de Educación en el partido en la que no estuvieran afiliados que no tuvieran titulación en educación. No logró las aspiraciones que pretendía por una valía de la que presumía y que no acompañaba de generosidad e idea de servicio y aquí lo tenemos intentando satisfacer su rencor de antaño; ese es el tonto útil, aprendiz de dictador, Forascepi.
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