Me he quedado en blanco
Estamos tan habituados a recibir noticias que nos llegan a través de la radio, de la televisión o de cualquier plataforma de internet, noticias de todo tipo, de política, de sociedad, de cultura, de deportes o de sucesos, a las que podemos prestar o no atención, en función de la credibilidad que nos inspire el medio. Y cuando el medio es la televisión, la atención depende en gran medida de quién sea el presentador o la presentadora del programa en cuestión.
A lo largo de las últimas décadas ha habido y hay grandes presentadores y presentadoras en todas las cadenas, tanto públicas como privadas, profesionales de muy alto nivel que hacen muy bien su trabajo y que son, de alguna forma, parte de la familia, porque nos acompañan en las horas de las comidas o las cenas, que es cuando se suelen sintonizar en los hogares los canales para ver los telediarios.
Es un ejercicio que yo hago a diario y pienso seguir haciendo para estar informado, pero la noticia de que Ana Blanco no va a presentar más el telediario de las tres de la tarde de Televisión Española me ha dejado la mente tan en blanco como su apellido, por lo que tendré que reponerme y desearle a esta fantástica presentadora mucha suerte en sus próximas responsabilidades.
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