¿Empieza la reconquista?
El Pelayo del siglo XXI no tiene un pelo de tonto y toma nota, aparte de los datos del CIS, del caluroso recibimiento (pitos y abucheos) del que es objeto allá donde quiera que va, se cosca de que va a perder las próximas elecciones e inicia la reconquista del voto perdido con el ánimo evidente de revertir la situación e impedir que el “general” Feijóo tome por asalto el palacio de la Moncloa.
A ver, amigo lector, usted que es tan tolerante o más que Echenique, ¿qué piensa?, ¿cree que sometidos la Fiscalía, el CIS, RTVE o la SEPI, y el apoyo interesado de los radicales de izquierda, serán aval suficiente para que Sánchez se mantenga en el poder?
Sabemos que el CIS (sometido) es quien hace las encuestas, que el INE (sometido) es quien hace el censo, que Indra (sometida) es quien cuenta los votos y sabemos que Sánchez (“sometidor”) es quien preside el Gobierno... Uhmm... ¡y luego Calígula era un tipo raro por nombrar cónsul a “Incitatus”, su caballo favorito!
Servidor, que está plácidamente en pleno y armonioso proceso digestivo, piensa (pensar es una forma entretenida de entretenerse): ¿acaso Pedro está maquinando hacer un Largo Caballero?
Ya sabe: “Si las urnas nos dan el poder, aceptaremos las urnas, pero si las urnas no nos dan el poder, acabaremos con las urnas y tomaremos el poder por la vía revolucionaria”.
¿Qué piensa Yolanda Díaz? ¿Está la Ministra, referente de inocentes pastorcillos “fijos discontinuos”, en el hipotético complot?
Reprochan a Yolanda que haya presentado su proyecto “Suma”, pero no su programa. Más allá de su envoltorio rojo proletario y celofán arco iris, ¿acaso no está claro?
Recuerde: “Somos deudoras y deudores del legado de Largo Caballero. Es nuestro modelo a seguir. Existe una absoluta actualidad de sus postulados”, ha dicho.
Mientras el ganado lanar, votante psicótico abducido, fruto de la LOGSE, aplaude, bala y canta lo de “banderita tú eres roja, banderita tú eres...”, vuelvo a mi ratonera a conspirar contra la felicidad y el buen rollo, antes de sucumbir a la melancolía.
Una verdad incontrovertible es que, en el fango, la izquierda es mucho mejor, y una macrobacteria al servicio del mal puede hacer mucho daño si una mayoría de microsiervos no lo impide.
Saludos cordiales.
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