Regresaron las niñas y niños al Sahara
Sí, regresaron ya las niñas y niños al Sahara.
Este domingo la versión reducida de este año de Vacaciones en Paz tomó vuelo rumbo a los campos de refugiados de Tinduf.
No hubo condiciones para la algarabía de despedida en el pasacalles por el “Muro de las Personas” de Xixón que años anteriores se propiciaba con su presencia y sus consignas infantiles referidas a su pueblo y a su autodeterminación.
Ha habido la recepción en el Parlamento, que otras autonomías (Canarias, Navarra) han podido realizar en despedida sentando a las guajas y guajes en los escaños de sus señorías.
Han sido también muchos menos los menores, y menos días, debido al acogotamiento burocrático a que ha sido sometido este proyecto veterano: responsabilidad única de las administraciones españolas, empezando por el Gobierno central, para robarles tiempo de vacaciones a esta infancia saharaui.
El objetivo perverso era claro: menos guajes, menos ruido. El ruido necesario y pertinente para dar a conocer los desmanes contra el Sahara por parte del ocupante ilegal marroquí. Ruido y espacio para expresar el rechazo a las detenciones y prisión cruel a la población saharaui y la exigencia de libertad a los presos políticos. Espacio y bulla para rechazar la versión gubernamental española de Sánchez, más parecida a la dejación de funciones y actitud traicionera de las postrimerías del franquismo que a las demandas de Paz y solución negociada en el referéndum pactado hace tantas décadas.
Mientras, el rey marroquí (pillado in fraganti y de civil extasiado por las calles de París) pierde relaciones, pese a sus amenazas, con Túnez, con la Unión Africana, con la propia ONU que estos días envía nuevo emisario al territorio, las mujeres saharauis reciben patadas en el vientre por parte de su Policía represora, y nuestro Gobierno desvía las miradas, sin hacer valer los DD HH.
“La Paz comienza aquí, en las ciudades, en los pueblos, en las calles y plazas”, dice la Red de Alcaldes/Alcaldesas por la Paz, para la celebración del día mundial de la paz este 21 de septiembre.
La paz en el Sahara comienza y tiene responsabilidad española. No puede el señor presidente del Gobierno, hurtando los mandatos del Parlamento español, pasarse de bando, a los hechores de guerra y cruel ocupación.
Regresan niñas y niños al desierto, tras haber recibido cariños, atenciones médicas, baños de agua en piscinas, ríos y mares de nuestra geografía, y portadores de la solidaridad que las familias y organizaciones quieren seguir construyendo con las hijas e hijos de las nubes.
Ojalá que las próximas Vacaciones fueran de verdad en Paz. Ojalá que la autodeterminación del Sahara sea construida bajo los Acuerdos de 1991 y que la MINURSO de la ONU establecida en aquel pacto pueda también hacer valer la necesaria defensa de los derechos elementales.
47 años van a cumplirse de la ocupación ilegal y robo de recursos naturales por Marruecos. 74 resoluciones ha sacado la ONU desde entonces: compite Marruecos con Israel en el número de incumplimientos y vulneraciones. Nada extraño resulta que sean socios en los intereses de sus respectivas ocupaciones y apartheid.
Desde la tierra nuestra astur, de nuevo corresponde agradecer a las niñas y niños, a las organizaciones implicadas en la magna y ahora heroica labor de propiciar esta presencia de la infancia saharaui, aunque haya sido en tamaño reducido.
Sahara libre.
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