¡Usted miente!
Ya intervino en el Senado Pedro Sánchez y "no sé que más Castejón". Y contestarle fue más fácil de lo que la cortesía parlamentaria requiere; pues si se quiere ser fiel y sincero con España y la Institución, la primera sentencia obligada, al subir a la tribuna, es decirle alto y claro: ¡Usted miente! ¡Usted llegó al Gobierno mintiendo! ¡Usted se mantiene en el mismo con la misma mentira! Y usted hoy -una vez más- pretendió seguir intentando reírse de los españoles, a costa de la guerra de Ucrania, del cambio climático, como antes lo hizo con el covid-19; es decir: manteniendo siempre la misma farsa.
Si alguien tiene la más mínima duda de que los españoles ya saben que es un mentiroso compulsivo, no hay más que percatarse de los resultados electorales celebrados hasta ahora (Madrid, Castilla y León o Andalucía). De ellos se deduce la poca credibilidad que este "fulero" (o tahúr del Misisipi, como ellos calificaron al señor Suárez) tiene ante el pueblo español.
Su arrogancia y prepotencia, junto con la manipulación de sus contestaciones, a temas no tratados en el debate, añaden un dato más de su ignorancia política, solo sustentada en su mínima versión, gracias a los asesores, que le escriben las intervenciones, que no las réplicas. Por ello, solo utiliza los tópicos típicos, aderezados de insultos, y usando la historia sesgada que a él le interesa, en el momento que ya no tiene "la chuleta".
Es este presidente un clon peor que su predecesor ZP. Y si el leonés dejó a España al borde de la intervención europea (al estilo de Grecia), este (que escarba en las cloacas de la historia) dejará este país al ras de la indigencia internacional, en política exterior, y lo situará más cerca de Argentina que de Portugal en lo económico y social. Pues nuestro parecido con el país sudamericano es cada vez más evidente en todos los órdenes.
Dos horas largas de intervención en el Senado solo han demostrado un metraje típico "castrista", y el mensaje ignominioso -por impropio- para un gran país como es España: no hay más cera que la que arde, y nada nuevo ha aportado al debate: por eso, ante este inepto, no queda más remedio que "darle de su propia medicina": jugar en su terreno y fajarse en el lodo en el que él ha convertido la política. Esto solo lo puede hacer Vox, no creo que el gallego tenga tablas para el debate a esos niveles. Pues es y será Feijóo un buen estadista, pero necesita rodearse de alguien que les baje los humos a este pretencioso presidente y a su Gobierno sectario. Pues más pronto que tarde ocurrirá, aunque sea más como efecto de un desgobierno evidente, que por una oposición que aún no encontró lo que les une y sí lo que les separa; mientras, la izquierda social-comunista y bolivariana no tiene ningún reparo en llevarnos a todos a la ruina, incluida la moral, la ética y la espiritual.
Así no se puede seguir, y Asturias, que tantas veces se jugó su futuro, debe sacudirse este socialismo que está arruinando a todos y cada uno de los asturianos. Es un deber patriótico que nos obliga a todos, y del cual tendremos que dar cuenta ante la historia, ante nuestros ancestros, ante nuestros contemporáneos, y ante nuestros hijos y nietos; no salir de la zona de confort es simple y llanamente ¡cobardía!
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