Apoyo a la "paz total" en Colombia
El 9 de septiembre, en el que se celebra el “día nacional de los DD HH” en Colombia, el Parlamento vasco propició en su sede en Vitoria un encuentro de una Interparlamentaria creada para apoyar la Paz y los DD HH en Colombia.
Una declaración final, leída a 10 voces por portavoces de 10 grupos parlamentarios de distintas sensibilidades (desde el PSOE al PP-Cs, desde el Parlamento Europeo, al Congreso y Senado o las autonomías asturiana, riojana, navarra, maña, valenciana, catalana, madrileña…), compromete a sus señorías en apoyar la propuesta de “paz total” del nuevo Gobierno, que cumplió ya un mes de mandato.
Antes, se pudo escuchar en el hemiciclo que preside la simbología al árbol de Gernika, al Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y también a quienes han concluido ya la tarea de coordinación y edición del Informe de la Comisión de la Verdad, Alejandra Miller de la Ruta Pacífica de Mujeres, y Carlos Martín Beristaín, médico vasco que ha participado ya de otras comisiones de la verdad y en investigaciones sobre desapariciones forzadas en Guatemala, en México, en el Sahara, etc.
Una plataforma denominada “Espacio de coordinación, española, con Colombia” ha sido la impulsora (tanto de la Interparlamentaria como del Encuentro en Vitoria), pero sin duda ha sido el protagonismo del Parlamento vasco el que ha dado mayor relieve y éxito a la jornada que alienta la construcción efectiva de la paz y los DD HH, en un tiempo en que todavía las cifras del horror, como se recordó este viernes 9, ostentan el récord de 125 líderes sociales asesinados este año, 76 masacres en lo que va de año, 340 firmantes de paz rematados desde los Acuerdos pactados con las FARC en 2016.
Darle la vuelta a esos números terroríficos está en el programa y los primeros pasos del Gobierno colombiano, y en aras de ello el Alto Comisionado para la Paz propuso a parlamentarias/os de nuestro país iniciar también una valoración y análisis de las políticas sobre drogas, dado que la demanda europea y norteamericana de estupefacientes propicia un tráfico enorme que tiene la implicación directa de sustentar a los grupos del crimen organizado, que controlan, aterrorizan a las comunidades, las negritudes, los pueblos indígenas y el campesinado, reconcentran la propiedad de la tierra con violencia, impiden la economía campesina de alimentos saludables y penetran las instituciones estatales corrompiéndolas.
¿Se podrá ahora cambiar y transformar esa situación que dura demasiadas décadas?
Es el reto planteado, hacia una economía de la vida, en la claridad meridiana de que si no se consigue la paz no habrá posibilidad de desarrollo sano ni de respeto a las vidas y convivencia en los territorios de Colombia.
Buena jornada, pues, en Vitoria, y compromisos que nuestras señorías se llevan para cada una de las autonomías españolas. En Asturias posiblemente con otra PNL similar a la aprobada en territorio vasco, y en base a la experiencia acumulada de 22 años de apoyo a la protección de vidas de personas amenazadas de muerte: mañana, domingo, se cumple el aniversario del asesinato de uno de ellos, Luciano Romero. Su vida fue cuidada por 6 meses en nuestra tierra, pero fue segada a los pocos meses de su regreso a Velledupar. Era trabajador despedido, sindicalista en la Nestlé, y su Memoria permanece dando nombre al colectivo de refugio en Asturias.
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