Luciano y Allende

El 11 de septiembre hace coincidir a dos personajes, en la fecha de su fallecimiento, y este 11S se volvieron a juntar en el Recuerdo y homenaje propiciado en la avenida, parque y escultura que lleva el nombre de Salvador Allende, en el barrio de Roces en Xixón.

El 11S es aniversario del golpazo militar en Chile, y es el día en que asesinaron al sindicalista Luciano Romero que había estado poco antes protegido en Asturias.

Coincide el día con otras celebraciones, que se mencionaron también, como el día nacional del pueblo catalán, o el de las Torres Gemelas, que serviría de excusa para otras muchas guerras e invasiones con millones de víctimas.

Luciano Romero, sindicalista despedido de la Nestlé tras estar protegido en Asturias, fue secuestrado, torturado, asesinado en Valledupar. Gobernaba Uribe.

Se cumplen 17 años de este crimen, ya sentenciado como de lesa humanidad por la alianza entre fuerza pública y paramilitares que han confesado el hecho.

"Dame la perseverancia de las olas del mar, que hacen de cada retroceso un punto de partida para un nuevo avance", dejó escrito la Nobel de literatura Gabriela Mistral, y esa frase de resistencia se la aplican de nuevo frente a la derrota del plebiscito del domingo anterior en Chile.

¿Cuánta resistencia, cuantos nuevos levantamientos tras golpes y caídas desde el 11 de septiembre del pinochetazo de hace 49 años?

11 de septiembre. Homenaje a Salvador Allende y Luciano Romero.

En Roces el profe San Miguel interpretó cuatro canciones al saxo.

Ana Andrés y Javier Orozco recordaron a Allende y Romero.

Como otros años, este doble aniversario provoca y produce reflexiones y acciones en torno a las necesarias fraternidades.

El crimen de lesa humanidad de Luciano dio lugar a que los sucesivos grupos de refugio en Asturias tomaran su nombre como referente.

Que se pudiera acompañar aunque fuera parcialmente a su familia a las organizaciones a las que Luciano pertenecía en la búsqueda de justicia.

La búsqueda de justicia por el crimen de Luciano se extiende a los más de 3.300 sindicalistas asesinados por el régimen colombiano (ayer asesinaban a otro sindicalista, de la USO, el sindicato petrolero), a los miles de defensoras/es y activistas de los Derechos Humanos que sufren exterminio cotidiano. Una acción criminal del Estado que con el nuevo Gobierno de la esperanza debe cesar de inmediato.

Este año, la XVIII delegación asturiana, tuvo ocasión de propiciar la presencia de dos de las hijas de Luciano en la audiencia mantenida en la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), donde la Memoria y la Lucha de su padre ausente pudieron ser reivindicadas.

Memoria para Luciano Romero, Henry Ramírez, asesinados; los mineros Fercho y Alejandrino; Chucho Tovar, que estuvo en el primer grupo de refugio en 2001; Bibian Guarnizo, que nos abandonaba este año en plena juventud.

La muerte de Salvador Allende y la de miles de chilenas y chilenos con el golpe pinochetista ha condicionado el futuro y el presente en todo el territorio y en todos los pueblos de la chilenidad.

El abogado Joan Garcés, colaborador de Allende y sobreviviente al golpe, nos dijo en Avilés:

"Los crímenes de las dictaduras son realidad presente en muchas partes del mundo. Y sus consecuencias perduran más que ellas. Por consiguiente, que a los más altos responsables de esos delitos se les pueda exigir responsabilidad por las violaciones a las leyes de mayor envergadura, como son los crímenes de lesa humanidad o de genocidio, es una necesidad de la humanidad como tal.

Yo fui testigo involuntario de un gran crimen colectivo contra todo un país. Cuando uno ha visto y es testigo de semejantes hechos, si tiene la oportunidad de que se haga justicia, debe hacerlo. Yo tuve esa oportunidad y la llevé adelante. Yo sentía lealtad hacia él, pero lo que sucedió en Chile trascendió a esa amistad, porque no sólo se llevó a la muerte al jefe del Estado, era todo un pueblo el que estaba siendo destruido, toda una sociedad, todo un sistema de convivencia y, en la medida en la que ello era posible, había que enjuiciar y sancionar esos hechos. No solamente pensando en los crímenes que se cometieron ayer sino también con una visión de futuro. Sólo en la medida en que se sanciona el crimen, se puede esperar que otros no cometan el mismo crimen: la impunidad llama a nuevos crímenes".

Está muy presente Allende y los suyos en días de zozobra cuando una semana antes se ha tenido el enorme tropiezo del rechazo a la nueva Constitución elaborada tras una masiva e histórica movilización o estallido social que produjo también otro plebiscito exitoso para que una convención constituyente elaborase ese texto.

Está muy presente Salvador para las nuevas luchas que sin duda tienen que recomenzar para acabar con las desigualdades infames y las injusticias mantenidas por los herederos del golpismo en Chile.

"Para matar al hombre de la paz / para golpear su frente limpia de pesadillas / tuvieron que convertirse en pesadilla / para vencer al hombre de la paz / tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte / matar y matar más para seguir matando / y condenarse a la blindada soledad / para matar al hombre que era un pueblo / tuvieron que quedarse sin el pueblo", escribía M. Benedetti en su memoria.

Tantas canciones, tantos sueños siguen vigentes.

Levántate, y mira la montaña,

Te recuerdo Amanda

El derecho de vivir, en paz.

A desalambrar.

"...también he visto lo que el amor puede hacer, lo que la verdadera libertad puede hacer, lo que la fuerza y el poderío del hombre y la mujer feliz pueden hacer. Por todo esto y porque anhelo la paz, es que la madera y las cuerdas de una guitarra me hacen falta para desahogar algo triste o alegre. Alguna estrofa que abra el corazón como una herida, o algún verso que quisiera nos diera vuelta de dentro hacia fuera para ver el mundo con ojos nuevos", dejó dicho el cantor popular Víctor Jara, que volverá de nuevo a nuestra Memoria en la biografía que ya tiene casi preparada Mario Amorós.

Luciano Romero vive. Salvador Allende vive, y la lucha sigue y sigue.