Fauna salvaje en el Principado de Asturias
Hace tiempo que estamos a vueltas con los lobos y los jabalíes, entre otras especies, en la comunidad autónoma del Principado de Asturias y en otras comunidades limítrofes.
Cuando oímos los comentarios y las noticias de apariciones y daños producidos por estas especies parece que no va con nosotros. Pero, claro, cuando lo ves a la puerta de casa, la cosa cambia.
Hace unas semanas, en la villa de Grandas de Salime, el lobo o los lobos entraron en una finca y mataron cinco ovejas. La finca no está en el monte, insisto, está en el pueblo, rodeada de calles y sendas, cerrada, con alumbrado público en todo su entorno, colindante con la residencia de mayores, con la Casa de Cultura, con el edificio de oficinas de la Consejería de Medio Rural (qué paradoja), con la propia casa del propietario. Hubo denuncia de daños, y el guarda correspondiente aseveró cuando tasó esos daños que efectivamente el ataque había sido producido por el lobo.
Los jabalíes se acercan a los pueblos y destrozan fincas de maíz, patatas y pastizales. Algo tendrá que ver que en los dos últimos años no hubiese batidas de jabalí, pues los cotos de caza no habían sido renovados, por una negligencia manifiesta de la Dirección General del Medio Natural. Afortunadamente, el coto ya está renovado y vuelve a abrirse la temporada de caza. Y que conste que ni soy cazador ni me gusta la caza, pero sin batidas de jabalíes, pronto no vamos a poder sembrar nada.
Y ahora empezamos con el debate político, como siempre. Que si la ministra Sra. Ribera, con la nueva ley aprobada, no permite cazar lobos. Que si los tribunales la amparan. Que si Europa también le da la razón. Y el ciudadano con las reses muertas, con las fincas destrozadas, con tasaciones de aquella manera y el pago a destiempo, "el desastre". Los daños hay que valorarlos realmente, rápido y pagarlos de inmediato.
No debería generalizarse a la hora de legislar. No es lo mismo la situación del lobo en la cornisa cantábrica que en Murcia.
Los responsables políticos deberían tomar buena nota y defender los intereses de los agricultores y ganaderos. La España vaciada a la que tanto aluden viene de ahí, de dejarlos abandonados a su suerte.
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